Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Como de costumbre, el día lunes 1 de mayo de 1972, me levanté bien temprano, y ya a las nueve horas de la mañana, estaba dictando una conferencia, en su local en Santiago, a los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Tabacalera.
2.- Luego de concluida mi intervención, los directivos del Sindicato de la Tabacalera, fueron informados de que la Policía Nacional, tenía ocupado el local de la Unión de Choferes Sindicalizados-UNACHOSIN, en cuyo interior estaban presentes mujeres, hombres y niños.
3.- La dirección del Sindicato de la Tabacalera, decidió nombrar una comisión de tres miembros, presidida por mí, para que hiciera de mediadora, entre la Policía Nacional y la directiva de UNACHOSIN.
4.- Una vez los comisionados llegamos al local de UNACHOSIN, y el Jefe del Servicio Secreto de la Policía, en Santiago, notó mi presencia, ordenó a un sargento que me golpeara, y lo mismo hicieron otros agentes policiales, los cuales, después de propinarme varios macanazos, me lanzaron al piso. Recobré mi conocimiento en la morgue del Hospital José María Cabral y Báez, cuando hicieron acto de presencia mi compañera Carmen y el doctor Salvador Jorge Blanco, quienes al comprobar que todavía estaba con vida, gestionaron mi traslado e internamiento a la clínica Centro Médico Cibao, donde permanecí por espacio de tres semanas.
6.- La acción del Servicio Secreto, en mi contra, fue la respuesta a la defensa que había asumido de los presos y perseguidos políticos.
7.- Para mí, el hecho ocurrido en UNACHOSIN, el 1 de mayo de 1972, forma parte de mí accionar político, por el cual no guardo ningún rencor y lo traigo a colación, ahora, cincuenta años después, como un recuerdo de lo que nunca más debe ocurrir en nuestro país.
8.- Para mayor información, debajo de este escrito incluyo dos recortes de periódicos que hacen una reseña de lo ocurrido en UNACHOSIN, 1 de mayo de 1972.
Santiago de los Caballeros,
1 de mayo de 1972.