El presidente dominicano, Luis Abinader, anunció que hace aproximadamente un año y medio recibió solicitudes de instituciones del Gobierno de Estados Unidos, distintas a la Casa Blanca, para establecer campos de refugiados para ciudadanos haitianos en situación migratoria irregular en República Dominicana. El mandatario afirmó en una conferencia de prensa este lunes que bajo su mandato no aceptará la instalación de campos de refugiados en el país, sin importar quién lo solicite.
Además, señaló que su país continuará con las deportaciones de personas que se encuentren en el país de manera ilegal, siguiendo el ejemplo de otros países como Estados Unidos, Bahamas y Jamaica. Destacó que esto es parte de las sociedades organizadas que respetan la Constitución y las leyes, como es el caso de República Dominicana.
Abinader expresó preocupación por la situación de inseguridad en la frontera con Haití, que según él, es única en el hemisferio occidental, y por eso considera necesario tomar medidas especiales en materia migratoria.
En cuanto a los recientes pedidos de la Secretaría General de las Naciones Unidas y del ACNUR para que República Dominicana acoja a ciudadanos haitianos que huyen de la violencia en Haití, Abinader afirmó que no ha recibido ninguna solicitud oficial al respecto y reiteró que no aceptará tales solicitudes, manteniendo la política de deportación de haitianos sin documentación migratoria en regla.
El 14 de marzo, el portavoz de la Secretaría General de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, instó a República Dominicana y a otros países a evitar las deportaciones forzosas de haitianos hacia un país que no es seguro. Esta petición fue respaldada por el ACNUR, que solicitó a los países receptores que en lugar de deportar a los haitianos, los acojan como refugiados, considerando que en Haití existe una situación de violencia y violaciones de los derechos humanos.
Elizabeth Tan, responsable de la división de protección internacional del ACNUR, declaró que la vida, seguridad y libertad de los haitianos están en riesgo debido a la violencia de las bandas y las violaciones de los derechos humanos en su país.
