La Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de la Vivienda (ACOPROVI) instó a los constructores y desarrolladores formales del sector construcción a cumplir las medidas de seguridad “en todas las etapas de los proyectos” ejecutados.
Por lo que, la exhortación del gremio, suministrada a la prensa, gira en torno al accidente que ocurrió el pasado domingo 23 en la intersección de las calles Roberto Pastoriza y José Tapia Brea, Ensanche Quisqueya, donde una yipeta Mercedes Benz, con cuatro personas a bordo, cayó al vacío de un hueco en construcción, al ser impactada por un carro. De las cuatro personas, dos perdieron la vida y las otras dos resultaron heridas.
“Reiteramos nuestro compromiso con la formalización y las buenas prácticas de las empresas del sector”, afirmó Acoprovi.
Al precisar que no gestionan ni entregan permisos a empresas constructoras para ejecutar obras, como excavaciones en la que se accidentaron esas personas, el gremio dijo que si les pide que para iniciar un hoyo deben contar con el permiso del Ministerio de Medio Ambiente.
“Si la excavación es previa a tener licencia de construcción, adicional debe contar con un permiso de excavación emitido por el Ministerio de Vivienda y Edificaciones (MIVED)”, agregó.
Horas después de registrarse el accidente, la prensa visitó la intersección que ha sido apodada por los vecinos como “la esquina de la muerte”. El seudónimo se debe a los constantes accidentes de tránsito que ocurren en ese cruce, entre vehículos y motocicletas.
La razón, según vecinos consultados por este diario, ha sido por la falta de señales de tránsito. Pero, en el caso del accidente en la excavación, se lo atribuyeron a la falta de seguridad en los alrededores.
La constructora Roaldi, que está a cargo del proyecto donde se accidentó la yipeta, aseguró que cumple con los permisos y protocolos legales establecidos para la construcción de esa obra.
“El proyecto cuenta con todos los permisos correspondientes emitidos por las instituciones responsables de estos, así como con la licencia de construcción vigente emitida por el Ministerio de Edificaciones y Viviendas, cumpliendo con la autorización provisional para la ejecución de las excavaciones (R-021-2.3.26)”, explicó.
La constructora indicó que la obra dispone de una verja perimetral y pilotillos de hormigón en la intersección donde sucedió el accidente. la prensa comprobó que los pilotillos no cubren toda el área de la excavación, y solo tienen nueve construidos.
Antes de la respuesta de Roaldi, el MIVED comunicó que no había recibido del titular de la licencia la solicitud de inspección inicial de esa excavación.
“Cuando la edificación prevea construcciones soterradas o excavaciones profundas, esta protección deberá resistir golpes por impacto para reducir el peligro en caso de accidentes, de acuerdo con lo estipulado en las Especificaciones Generales de Construcción y demás normas y reglamentos aplicables”, establece el reglamento R-004, que figuró en el comunicado de la institución.
Al menos dos accidentes de tránsito, similares al del domingo 23, se han registrado en el Distrito Nacional. El primero, según registros periodísticos, ocurrió en julio de 2006 en el Ensanche Naco: un hijo del fallecido empresario Rafael Perelló Abreu perdió la vida al precipitarse por un huevo de diez metros de profundidad.
Asimismo, Juan Roberto, conocido como “Musa”, fundador de un centro de reparación de aire acondicionado de vehículos y creador de contenido, contó que también sufrió un accidente similar, que tuvo lugar en el mismo sector donde sucedió el más reciente, pero en la intersección de las calles Francisco Prat Ramírez con José Tapia Abreu.
Corría el año 2012. Musa conducía su vehículo, acompañado de su esposa, que se encontraba embarazada de cinco meses, según contó en un video colgado en sus redes sociales.
“Mi hijo casi no llega a nacer por culpa de un accidente como el que pasó el fin de semana en el Evaristo Morales”, compartió Roberto, al tiempo de llamar a las constructoras a reforzar la seguridad de las excavaciones.