Falleció este lunes Marcelo Bermúdez, padre del empresario santiagués Mícalo Bermúdez, quien fue indoblegable en el combate revolucionario por la liberación del país de la tiranía más cruel de América Latina y el Caribe.
Marcelo Bermúdez articuló sus pensamientos con el pragmatismo. Formando parte de una familia con poder económico, decidió abandonar las comodidades, el calor de la familia y privilegios para lanzarse al campo de batalla a emprender acciones por la liberación nacional.
Desde sus primeros pasos en la resistencia, Marcelo se destacó por su empatía y cuidado hacia sus compañeros. Su habilidad para mantenerse arraigado a los valores de la revolución y, al mismo tiempo, ser un hombro en el que sus compañeros podían apoyarse.
A lo largo de su vida, se aseguró de que el sacrificio de los guerrilleros caídos en el alzamiento del Movimiento Revolucionario 14 de Junio no se borrara de la memoria colectiva.
Su dedicación a preservar la historia y los lazos entre sus compañeros inspiró un sentido de comunidad que se evidencia en la escultura “Todos son uno” en el memorial de Las Manaclas. Su legado artístico es un verdadero testimonio sobre la importancia de la solidaridad y el compañerismo tal como se expondrá próximamente en el Museo de la Dignidad.