Representantes de diversos sectores rechazaron el intento de residentes del sector San José de la Mina, en la zona sur de Santiago, de tomar la justicia en sus manos para expulsar de manera violenta a haitianos indocumentados.
Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, abogó por la prudencia al abordar la situación, reconociendo que no todos los haitianos del área están involucrados en actividades ilegales.
Juan Carlos Ortiz, del Voluntariado por la Seguridad de Santiago, afirmó que la justicia corresponde a las autoridades migratorias y no a individuos o comunidades.
El diputado Félix Michel, de la Fuerza del Pueblo, de la circunscripción 3 de Santiago, atribuyó las acciones a la desesperación causada por la falta de políticas migratorias efectivas.
Los residentes, hartos de la delincuencia supuestamente perpetrada por haitianos, dieron un ultimátum a las autoridades migratorias para que deporten a los indocumentados, amenazando con tomar medidas por su cuenta si no se actúa.
Aunque ha habido redadas esporádicas, muchos ilegales aún permanecen en la comunidad.
Los líderes comunitarios temen que la presencia haitiana supere a la dominicana, imponiendo su cultura y tradiciones en la zona.