Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Amplios sectores, clases y capas sociales que componen la sociedad dominicana, se han mantenido al margen de la actividad política nacional, porque la consideran contaminada, totalmente prostituida.
2.- Pero resulta que la pervertida no es la política en sí, sino los medios para infeccionarla de que se valen la mayoría de los actuales actores de la politiquería.
3.- Luego de concluidas las votaciones del 19 de mayo próximo pasado, y conocidos los resultados favorables a la reelección del presidente Luis Abinader, este ha hecho pronunciamientos con relación a la modificación de la Constitución.
4.- Hecha la propuesta de modificar la Constitución, las fuerzas democráticas no deben adoptar una posición contemplativa, sino incidir para que se escuchen voces diferentes a las que siempre aspiran al atraso, a que todo siga igual.
5.- Ante una enmienda constitucional, las clases dominantes cuentan con sus representantes ante el Poder Legislativo, que serían los intérpretes de las ideas del statu quo, del orden social injusto establecido.
6.- Frente a los partidarios de lo que es el pasado, lo rancio, debe hacer acto de presencia lo innovador, lo avanzado, el porvenir.
7.- En política hay que ser realista. Lo que representa lo nuevo, hoy no está en mayoría en el Congreso Nacional. Pero la práctica nos dice que cuando aquellos que interpretan lo que es el progreso no son mayoría, deben apoyarse en el pueblo, en las masas populares movilizadas y la opinión pública sensata.
8.- Poco importa que quienes reclaman cambios constitucionales positivos estén en minoría. Las nuevas y atrayentes propuestas pueden generar apoyo y ganar aliados.
9.- Lo importante es que ante un llamado a modificar la Constitución, las fuerzas políticas renovadoras estén ahí, haciendo hincapié en lo que creen; procurando insistir en que sean escuchadas y sometidas al debate las propuestas. En todo momento levantar con calor las iniciativas, manteniéndolas con empeño y gran entusiasmo.
10-. Un tema importante a discutir y someter a consideración, en ocasión de una reforma constitucional, sería la integración de la figura política renovadora del referéndum o referendo revocatorio.
11.- Poner en buen orden la Constitución dominicana, entraña corregir discriminaciones, como es hacer constar que los militares y policías, todos, mujeres y hombres uniformados, como ciudadanos y ciudadanas, tienen derecho a ejercer el derecho al voto.
12.- No debe haber desemejanza entre un dominicano militar y otro dominicano civil. La función, profesión u oficio no deben generar diferencias entre ciudadanas y ciudadanos iguales, como tampoco el color de la tela que sirve para cubrir el cuerpo, el uniforme.
13.- Con el fin de garantizar la igualdad de posibilidad en la actividad política, conviene establecer que ningún partido, organización o asociación política recibirá del Estado aporte económico de ninguna índole para sus actividades.
14- El dinero que pagamos por concepto de impuestos, las dominicanas y los dominicanos, no debe ser utilizado para hacer política a costa de los que no estamos en partidos. Eso es favoritismo, preferencia injusta.
15.- Si en verdad se quiere modificar la Constitución para adaptarla al signo de los tiempos y a la realidad dominicana, es indispensable eliminar todo lo que significa trato desigual.
16.- Porque el contenido íntegro de la Constitución es de interés para todas y todos los dominicanos, mientras mayor es el número de los que aportan ideas y conceptos, más y mejor enriquecida resulta la pieza.
Santiago de los Caballeros,
4 de junio de 2024.