El conocimiento de la medida de coerción contra los implicados en la Operación Panthera 7 fue aplazado para la mañana del jueves, con el fin de permitir que uno de los involucrados se presente a la audiencia acompañado de su abogado.
Dicho caso persigue, en primera instancia, a siete acusados, bajo el alegato de ser responsables del histórico decomiso de 9.8 toneladas de cocaína realizado en el Puerto Multimodal Caucedo.
El procurador fiscal titular de Santo Domingo Este, Milcíades Guzmán, confirmó la entrega un octavo, respecto al cual no abordó del nombre o razones por las que se involucra.
De igual forma, explicó que el Ministerio Público cuenta con una acusación suficiente «para conseguir los primeros objetivos de esta acusación que es la imposición de la medida de coerción».
Distintos abogados de la defensa técnica mencionaron que las pruebas no fueron depositadas hasta llegada la noche del lunes, referente a lo que Guzmán indicó que «ha quedado resuelto en el tribunal sin ningún tipo de traumatismo».
También puntualizó que sí realizaron el depósito de la acusación, pero que les fue solicitada proporcionar una memoria USB respecto a las acusaciones de cada imputado, lo cual fue resuelto.
Sin embargo, la medida de coerción tenía previsto conocerse en la Sala de Audiencias 1 de la Jurisdicción Penal de Santo Domingo Este, en un expediente que tiene a su cargo el Juzgado de Atención Permanente.
Enriquillo Luis Brito, director del distrito municipal de Bayahibe, y su hijo Enrique José Luis Brito fueron apresados por su vinculación a la Operación Panthera 7.
Además de estos dos, José Nicolás Castillo Hart “Nikito”, Winston Armando Tejera Rodríguez “Barbikin”, Cristian Rayner Canela Aybar, Nelson Neftalí Mercedes Lugo y Dulvi Jesús De los Santos están vinculados al caso, y el Ministerio Público solicitó 18 meses de prisión preventiva para cada uno de ellos.
Según el informe brindado por las autoridades, todo inició el 5 de diciembre de 2024, cuando el contenedor identificado con el número FFAU4542281 fue detectado a las 5:40 de la tarde a bordo de un camión marca Mack, modelo CXU613, mientras ingresaba al puerto. En el control de acceso P-0, el contenedor evadió la inspección de rayos X y la verificación manual, lo que apuntó a la complicidad de personal del puerto, incluyendo inspectores y selladores. A las 6:05 de la tarde, el mismo contenedor pasó por el control P-1 como un retorno vacío, aunque en su interior llevaba los paquetes de droga.