El número de víctimas mortales que dejó el potente terremoto en la península japonesa de Noto, en la isla de Honshu, ascendió a 57, han confirmado este martes las autoridades de la prefectura de Ishikawa, la más afectada por el movimiento telúrico.
El territorio está situado en la costa noroeste de Honshu, donde aconteció el lunes el epicentro de una serie de sismos, siendo el más fuerte de magnitud 7,6. Las réplicas continúan sacudiendo la región donde decenas de miles de viviendas quedaron destruidas y la magnitud de la devastación es tan grave que todavía no se ha podido cuantificar los daños materiales.
El alcalde de la ciudad costeña de Suzu, Mitsuhiro Izumiya, calificó las consecuencias de “catastróficas” y declaró que el 90 % de las viviendas han sido destruidas por completo o casi por completo.
El acontecimiento natural provocó el derrumbe de viviendas, destrozó las carreteras y dejó sin electricidad a los residentes de la zona. Además de Ishikawa, las que han sufrido el mayor impacto son Niigata, Toyama Fukui y Gifu, donde también se reportó daños estructurales.
Debido a este sismo se ordenó la evacuación de más de 97.000 personas en nueve prefecturas, donde los servicios de agua, electricidad y telefonía celular siguen inhabilitados en algunas áreas.
