Carlos Campusano, el vigilante privado que el pasado martes en la tarde mató a tres personas en Bonao, municipio de la provincia Monseñor Nouel, reveló este miércoles que tenía intenciones de quitarle la vida a una cuarta persona pero no pudo.
«La que yo quería matar de verdad, se salvó», dijo Campusano, que permanece en la Policlínica de Bonao (Polibon), mientras conversaba con una persona sobre otra mujer de la que no ofreció su identidad.
El vigilante, a quien hasta ahora se le adjudica la muerte de su esposa, una presunta amante y un seguridad de un residencial, no muestra signos de arrepentimiento por lo sucedido.
Hasta el momento, no se sabe las razones que movieron a Campusano a cometer el hecho. «Yo me voy tranquilo, déjame tranquilo. Yo te conocí, ya», aseguró.
Las víctimas mortales son María Juana Ortiz Portorreal, de 41 años; María Mordan García, de 52 (esposa del agresor), y Basilio Lebrón Pinales, de 48, seguridad del residencial.