El expolicía haitiano Jimmy Cherisier, el líder de bandas armadas más poderoso del país, planteó este viernes al primer ministro, Garry Conille, deponer las armas en procura de entablar un diálogo nacional con miras a recuperar la paz.
«Hemos decidido anunciar públicamente que nuestra estrategia de deponer las armas para facilitar el diálogo nacional y fomentar la paz ya está escrita en blanco y negro en nuestra agenda», declaró ante los medios Cherisier, alias «Barbecue«, quien dirige la coalición de bandas armadas Vivre Ensemble (Vivir Junto).
Con chaqueta roja granate y gafas, fue otro «Barbacue» quien compareció hoy ante la prensa, con un discurso escrito.
Un hombre que generalmente se deja ver armado y preparado para el combate, mostró esta vez un tono y gestos diferentes, repitiendo una y otra vez su llamado al diálogo nacional.
«Estamos dispuestos a elegir a un ciudadano haitiano creíble y coherente en la diáspora para facilitar el diálogo con el fin de poner fin a esta guerra mafiosa y facilitar el camino hacia la paz en el país», insistió ‘Barbecue‘.
Demasiadas divisiones, discordias y conflictos entre los actores locales han llevado a la comunidad internacional a buscar a Garry Conille y ponerlo como primer ministro, recordó, denunciando la «mafia política y económica que mantiene secuestrado» al país.
«Queremos la paz porque queremos destruir la guerra. Queremos el diálogo porque queremos la paz. Todos los que no quieren diálogo se sentaron en la guerra«, afirmo el jefe de pandillas de mayor poder en el país.
De acuerdo a ‘Barbecue‘, las armas que utilizan sus hombres han sido puestas en sus manos por «personalidades«, que también les han vendido armamento.
El expolicía admitió haber cometido «varios errores» en sus actividades como jefe de pandillas.
«¿Por qué este hombre, el doctor Garry Conille, no va a aprovechar el diálogo nacional para poner fin a la guerra y que la paz vuelva a todo el país?», se preguntó.
Según Cherisier, el primer ministro debe entender claramente que el diálogo nacional es la única forma de garantizar de que el país no siga el mismo derrotero que ha trillado hasta el momento.