Con expectativas elevadas, Carlos «Tsunami» Martínez busca formar parte del cuerpo monticular de las Águilas Cibaeñas en cualquier rol que se le asigne para la temporada que inicia el próximo 16 de octubre.
Con nuevos bríos, tras un año para el olvido con el uniforme rojo, el veterano lanzador puertoplateño regresa al equipo de las Águilas Cibaeñas.
Martínez es consciente de que deberá esforzarse al máximo para ganarse un puesto, por lo que trabaja incansablemente en los entrenamientos, de cara a lo que sería su séptima campaña en la LIDOM.
“Estoy aquí desde hace dos semanas, mucho antes del inicio de los entrenamientos, como cualquier novato, para ganarme una posición en el equipo”, precisó Martínez, quien se muestra alegre y entusiasta en el campamento amarillo.
Mostrando su característica peculiaridad y con la mente enfocada en lograr un gran regreso, derrocha optimismo, afirmando estar en óptimas condiciones y, sobre todo, en buena salud.
La temporada pasada con los Leones del Escogido, Martínez tuvo su peor desempeño en la liga, dejando marca de 0-3, con 4.23 de efectividad, permitiendo 17 carreras en 27.2 entradas. Le conectaron 35 hits, otorgó 11 boletos y ponchó a 19 bateadores.
Carlos Martínez debutó con las Águilas hace una década, en la temporada 2013-2014, y debido a sus compromisos en Grandes Ligas, solo ha actuado en 19 encuentros. De por vida, lanzando para las Águilas, tiene marca de 3-4. En 74.2 entradas ha permitido 75 hits, 26 carreras limpias, otorgado 16 bases por bolas y propinado 82 ponches, con una efectividad de 3.13 y un WHIP de 1.22 en serie regular.
Ahora, el puertoplateño, quien fue figura clave del montículo con los Cardenales de San Luis, se enfoca en su preparación para ayudar a las Águilas en la conquista del campeonato.