María Aparecida Cardoso Guimarães, conocida como Cida Guimarães y considerada una de las pioneras del baloncesto femenino en Brasil, murió este sábado a los 95 años, según informó la Confederación Brasileña de Basketball (CBB), que no divulgó la causa del fallecimiento.
Exjugadora en la posición de pívot, Guimarães fue una de las principales figuras de la selección brasileña durante la década de 1950.
La basquetbolista conquistó dos títulos sudamericanos, en 1954 y 1958, además de sumar dos medallas de plata y una de bronce en la misma competición continental.
Natural de Descalvado, en el estado de São Paulo, la bicampeona pertenecía a una familia con fuerte tradición en el baloncesto y hasta llegó a compartir cancha con su hermana Maria Helena Cardoso, quien más tarde se destacó como jugadora y entrenadora.
Madre de cuatro hijos, entre ellos el exjugador Cadum Guimarães, la basquetbolista dejó un legado deportivo que trascendió generaciones.
En la nota, la Confederación expresó sus condolencias a familiares y amigos y recordó a Guimarães como «un ejemplo de garra, talento y amor al baloncesto y a la vida».
El baloncesto femenino en Brasil comenzó a desarrollarse y ganar visibilidad a mediados del siglo XX, en un contexto marcado por limitadas oportunidades para las mujeres en el deporte competitivo y fuertes prejuicios sociales.
A pesar de estas barreras, un grupo reducido de jugadoras abrió camino y sentó las bases para el crecimiento y la consolidación de la disciplina en el país.
Durante la década de 1950, la selección brasileña femenina inició su proyección internacional en torneos sudamericanos y panamericanos, logrando resultados que posicionaron a Brasil como una potencia emergente en la región. Estas conquistas fueron clave para fortalecer el reconocimiento institucional y social del baloncesto femenino.