Usted me pregunta…yo le voy a responder.
Esta es la gran preocupación de los padres en medio de una sociedad en donde cada día los niños y adolescentes se inician en el consumo de sustancias psicoactivas, ingiriéndolas, fumándolas, inhalándolas o inyectándoselas… Es el gran temor que tienen por los efectos devastadores que causan no solo en ellos sino en toda la familia. De aquí que es tan importante averiguar, informarse sobre los diversos signos y síntomas que pueden indicar que efectivamente las drogas están por entrar o ya entraron a la habitación de su hijo, su hija.
Cuando los padres comienzan a sospechar o son informados por terceros de esta terrible posibilidad es el tiempo de prepararse y comenzar a tomar medidas para evitar que el mal se siga propagando. tienen la obligación de apagar ese fuego que amenaza con quemarlo todo.
Y eso es lo que haremos en el día de hoy… Identificar esos signos que a usted como padre o madre pueden ayudarlo a detener a ese diablo que se ve venir…
Y para empezar, mucho cuidado si usted se confunde, porque no quiere decir que si su hijo, su hija muestra uno de estos comportamientos o señales, eso ya significa que es un drogadicto, un vicioso , enganchado o yonqui. ¡No! Lo único que tiene que hacer es prestar más atención y seguir mis recomendaciones finales.
Comencemos.
1) Se ha vuelto silencioso, apenas habla con los miembros de la familia.
o Todo lo contrario se comporta eufórico, pasao de contento sin un motivo que justifique tanta alegría. de pronto se ha vuelto ruidoso.
2) Busca excusas para no ir a la escuela o ha perdido todo interés por los estudios.
3) Cuando usted le habla no le mira a los ojos
4) Convierte su habitación en una fortaleza. puertas que antes permanecían abiertas, ahora tienen cerraduras.
5) En ocasiones desaparece y no se sabe de su paradero.
6) Si antes no lo hacía, ahora se le observa ocultando su aliento mediante chicles, mentas, enjuagues bucales.
7) Anda siempre pidiendo dinero y el que recibe lo gasta de inmediato.
8) Muy reservado con el uso de su teléfono.
9) Su higiene y apariencia han empeorado de manera brusca.
10) Ahora sus mejillas lucen más enrojecidas.
11) luce más cansado y apático.
12) Pérdida o aumento de peso repentino.
13) Fíjese si su comportamiento después de una noche de salida con amigos. cambia de manera notoria.
14) Busque entre sus pertenencias especialmente si usted tiene motivos para sospechar, tiene que averiguar que esta pasando. olvídese de la privacidad, lo importante ahora es que usted tenga toda la información necesaria. busque, busque, dentro de cajones, debajo de cajas, estuches, entre libros y en cuanto a su celular busque los contactos frecuentes y asegúrese de conocer esos contactos, sus publicaciones en las redes sociales… busque cualquier evidencia de consumo de drogas y si las encuentra entonces no pierda tiempo y pase a esta pregunta directa ¿Qué estás consumiendo? y si responde con excusas, muéstrele la evidencia de manera firme y sin aspavientos. Luego de que tengan esa conversación acuerden un encuentro con un psicólogo clínico con especialidad en prevención y tratamiento de adicciones para que se inicie de inmediato un proceso terapéutico que detenga el consumo y puedan evaluar el estado actual de su hijo o hija, los signos y síntomas que presenta. evaluar las consecuencias tanto a nivel médico como psíquico.
Les repito, todos los signos que he señalado no necesariamente indican que existe o existirá consumo de drogas, porque su hijo o hija puede estar pasando por una situación muy diferente , ansiedad, depresión, trastornos de la conducta, trastorno del déficit de atención e hiperactividad, que nada tienen que ver con el consumo de psicoactivos, pero si encuentra una evidencia clara y contundente no dude ni por un segundo en actuar de manera rápida, responsable, porque lo que está en juego es quizás lo más importante para usted :la vida de su hijo.
Usted me pregunto… ya le respondí.