Para poder permanecer expuesto en la basílica de San Pedro durante los días previos al funeral del próximo sábado, el cuerpo del papa Francisco tuvo que someterse a una serie de procesos para retrasar el curso normal de la descomposición.
Así lo explicó este miércoles Pascual Pimpinella, titular de la cátedra de Medicina Legal en Santa Fe y exmédico forense del Poder Judicial. “La técnica se llama conservación de cuerpo o tanatopraxia, que no es lo mismo que embalsamar o momificar. Esto se hace para que el proceso natural de transformación cadavérica de un cuerpo, el cual ocurre a medida que pasa el tiempo, se retrase», indicó en diálogo con Radio Mitre.
“La técnica es milenaria, no es algo moderno. Se realiza apenas ocurre la muerte y lleva aproximadamente entre tres y cinco horas. Primero se desinfecta y se higieniza con bactericida y fungicida; incluso se puede usar hipoclorito”, detalló y continuó: “El cadáver se deshidrata, y luego se vuelve a hidratar, para que cuando la gente lo observe parezca que la muerte ocurrió recientemente. Al mismo tiempo, se canalizan las arterias del cuello, la carótida, y se reemplaza la sangre con bombas. Esto permite que el tejido se conserve y que este proceso se detenga entre 10 y 14 días”.