Daddy Yankee, su esposa Mireddys González y su cuñada Ayeicha González lograron este viernes un acuerdo relacionado con las demandas presentadas por el artista ante el Tribunal de San Juan para recuperar acceso a sus corporaciones El Cartel Records y Los Cangris.
Así lo confirmó el equipo legal de ambas partes, luego que el juez superior Anthony Cuevas Ramos, del Tribunal de San Juan, ordenara que se reunieran en privado para que llegaran a un consenso sobre el pleito relacionado a las corporaciones del ícono mundial.
Como parte del acuerdo, Daddy Yankee retoma la presidencia de ambas corporaciones El Cartel Récords y Los Cangris. El 26 de diciembre a las 11:00 a.m. se hará la primera reunión entre las partes.
Dicho acuerdo estipula que $75 millones son intocables en ambas corporaciones por 30 días. El resto del dinero se mantiene en garantía y ambas partes deben tener conocimiento de las transacciones.
Como parte de sus funciones como presidente de las corporaciones, Daddy Yankee emitirá informes mensuales. ”El señor Ayala va a estar en las corporaciones y ellas salen de las corporaciones”, puntualizó la licenciada Anabelle Torres Colberg, quien estuvo acompañada de Pilar Pérez Rojas, quien representa a González.
De su lado, el artista se expresó satisfecho tras alcanzar un acuerdo con su aún esposa. “Creo que la marca de Daddy Yankee siempre está ahí. Mi propósito cambió. Mi propósito ahora es servir”, dijo a la prensa.
Exponen posibilidad de un acuerdo
El juez Cuevas Ramos, del Tribunal de San Juan, inició los trabajos a las 9:00 a.m. en la sala 904 y, tras escuchar los planteamientos iniciales de ambas partes, planteó la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el pleito de índole corporativo.
“Debemos buscar cómo ser facilitadores de las partes, buscar la paz y la tranquilidad, y resolver sus diferencias de una manera jurídica, con todo lo que eso conlleva”, aseveró Cuevas, antes de decretar un receso para que las partes intentaran llegar a un consenso.
“Podríamos ver la manera en que las partes podrían lograr un acuerdo que le ponga fin a este litigio y encamine las conversaciones transaccionales para otros posibles litigios en el futuro”, agregó el letrado, quien anticipó que la controversia podría escalar al Tribunal Supremo.
“Después de todo, las partes son seres humanos. No estamos hablando de corporaciones frías, sino que son seres humanos que compartieron gran parte de su vida y no pueden pensar que todo ese tiempo fue en vano”, manifestó Cuevas, en la primera parte de la vista.
En la sala durante el receso, el aún matrimonio apenas se miró. González se mantenía sentada en el primer banco, al extremo izquierdo, junto a su hermana y su hija Jesaaelys y otros parientes de ella.
El exponente urbano, en cambio, estaba acompañado de su equipo de abogados, frente al estrado del juez Cuevas Ramos. En el primer banco de la derecha, Jeremy observaba en solitario a su padre.
Por lo que, durante la primera alocución en sala, la defensa de Daddy Yankee estableció que “nunca en la historia de las corporaciones se había hecho un retiro de esa naturaleza”, dijo el licenciado Carlos Díaz Olivo en referencia a la fallida transacción de $100 millones.
Un enérgico Díaz Olivo reiteró que la solicitud de su cliente es que se le “de acceso ilimitado” a los libros de las corporaciones que representan el trabajo artístico de Daddy Yankee en sus últimos tres décadas.
“Necesita tener un acceso completo y la extensión de los libros. No es cierto que se le dio el acceso”, aseguró Díaz Olivo al juez.
De igual forma, expuso que al artista urbano “no le corresponde limitar a nadie de lo que se trabajó. No se le va privar a nadie”. ”Si no hay acceso a las corporaciones cómo va a tener injerencia y derecho. No se le consultó nada”, expresó el también analista político de Telemundo.
Por su parte, el licenciado Luis Sánchez Betances, quien en sala insistió en que se reconsidere que él sea el representante legal de las corporaciones El Cartel Records y Los Cangris y no el licenciado Jean Paul Vissepó, indicó que el retiro de los $100 millones fue una transacción que hizo González para pagar dividendos a razón de 50% en partes iguales para las cuentas de Daddy Yankee y de la aún esposa del artista.