La depresión postparto (DPP) no es debilidad ni exageración. Es una condición real, peligrosa y, en casos extremos, puede llevar a una psicosis que amenaza vidas. Reconocerla a tiempo puede salvar una madre, un bebé y una familia entera.
Para muchas mujeres, el nacimiento de un hijo debería ser un momento de plenitud. Sin embargo, para un porcentaje significativo de madres, el posparto se convierte en una pesadilla emocional y psicológica. La depresión postparto (DPP) afecta entre el 10% y el 20% de las mujeres después del parto, y en casos graves, puede evolucionar hacia una psicosis postparto, una emergencia psiquiátrica severa. Hoy, más que nunca, hablar de esto no es opcional: es urgente.
La DPP no es el «baby blues». Aunque muchas madres sienten altibajos emocionales durante los primeros días tras el parto, la depresión postparto es persistente, profunda y debilitante. Se manifiesta con:
Cuando estos síntomas se agravan y se suman alucinaciones, delirios o comportamientos incoherentes, estamos ante un cuadro más severo: la psicosis postparto.
La psicosis postparto: un caso extremo, pero real
La psicosis postparto afecta aproximadamente a 1-2 de cada 1000 mujeres y suele presentarse entre las primeras 2 a 4 semanas tras el parto. Es súbita, intensa y potencialmente peligrosa tanto para la madre como para su hijo.
La prevención comienza desde el embarazo y requiere un enfoque multidisciplinario. Algunas claves:
La evidencia demuestra que el apoyo profesional en las primeras semanas posparto reduce significativamente el riesgo de DPP y sus complicaciones (Lancet Psychiatry, 2023).
¿Cómo identificarlo en alguien cercano?
Amigos, parejas o familiares pueden notar que la madre:
En estos casos, el acompañamiento empático y sin juicio es clave, sobre todo, insistir en que busque ayuda con un profesional de salud mental especializado.
No se trata de «estar loca«, ni de «ser débil«. La depresión postparto y su forma psicótica son enfermedades médicas que requieren tratamiento psiquiátrico, como cualquier otra condición de salud. Psicoterapia, abordaje farmacológico y apoyo familiar son las bases del tratamiento.
En Santiago y en Santo Domingo, contar con un psiquiatra con formación en terapia familiar y rehabilitación neurocognitiva, permite a las familias dominicanas como a los turistas que nos visitan el poder acceder a un tratamiento integral para recibir atención especializada es una prioridad que está a tu alcance para transformar tu vida y devolver la autonomía a quienes más lo necesitan.
La salud mental materna no es un tema secundario. Es una prioridad social, familiar y personal. La vida de una madre y su vínculo con su hijo dependen de que escuchemos, acompañemos y actuemos.
Si tú o alguien cercano está atravesando un posparto difícil, busca ayuda profesional ahora. No estás sola. No es tu culpa. Y sí tiene solución.
En Santo Domingo, tienes a tu disposición atención psiquiátrica de calidad, con enfoque científico y humano. Porque la salud mental es para todos, y es lo primero.