Sanel Canovic y Azra Nikocevic fueron arrestados el pasado martes tras descubrirse que sus cinco hijos vivían en condiciones insalubres en un apartamento sin electricidad, agua corriente ni alimentos. Según informaron medios, los menores, de entre seis y doce años, compartían una única cama y dependían de las comidas escolares para alimentarse.
La investigación comenzó cuando una transeúnte observó a un niño de seis años cruzar solo una calle concurrida en el bloque 700 de la calle 15, en Miami Beach. La testigo comentó que el menor vestía un uniforme escolar a pesar de que las clases ya habían terminado. “Era un niño visiblemente pequeño, caminando solo. Me llamó la atención y decidí acompañarlo por seguridad”, relató. Al llegar al apartamento, descubrió a otros cuatro menores en similares condiciones y contactó de inmediato a la policía.
Cuando las autoridades ingresaron a la vivienda, encontraron un ambiente insalubre. El baño estaba lleno de agua estancada y heces, sin papel higiénico, y los niños vestían ropa sucia y olían fuertemente. Los agentes confirmaron que el apartamento no tenía electricidad desde hacía dos meses y los menores no habían comido desde la noche anterior.
Según las informaciones, los niños dependían de los desayunos y almuerzos escolares, y en periodos vacacionales pasaban hambre con frecuencia. La hija mayor, de doce años, explicó a la policía que su padre les decía: “Comen en la escuela, así que no comen en casa”, reportó NBC Miami. Además, la menor reveló que los cinco compartían una cama y que ella asumía la responsabilidad de cuidar a sus hermanos durante las ausencias de sus padres.
De acuerdo con el informe policial, los padres, Canovic y Nikocevic, trabajaban en un hotel de Miami y a menudo dejaban a los menores solos. La madre admitió que en ocasiones les dejaba 20 dólares para que compraran comida rápida, pero el dinero no cubría las necesidades básicas.