17 Julio 2025

Diasquisis y Conectividad Cerebral

Teleuniverso

Nuevos estudios revelan que intervenir en una sola región del cerebro puede desencadenar cambios globales en nuestra mente, transformando la salud mental y el comportamiento. Un descubrimiento que redefine la neurología y la salud mental

La ciencia avanza a pasos agigantados en la comprensión de la relación entre el cerebro y el comportamiento humano. Un hallazgo reciente, utilizando técnicas de imagenología avanzada y simulaciones cerebrales, ha profundizado en un fenómeno conocido como Diasquisis (alteración de funciones en áreas cerebrales remotas debido a una lesión o intervención localizada). Esto significa que cuando una región específica del cerebro sufre una lesión o es «silenciada» temporalmente, las consecuencias no se limitan a ese punto: la conectividad cerebral global también se reconfigura, alterando incluso regiones que inicialmente parecían intactas.

El estudio, publicado en Nature Communications en 2024, demostró cómo las intervenciones pueden producir dos fenómenos opuestos: hipoconectividad (reducción de las conexiones entre regiones) o hiperconectividad (exceso de conexiones), fenómenos ambos asociados con diversas patologías psiquiátricas, desde la esquizofrenia hasta los trastornos depresivos graves.

Estos avances permiten entender por qué ciertas personas, tras un accidente cerebrovascular, trauma craneoencefálico o incluso procesos quirúrgicos, desarrollan cambios conductuales profundos, mientras que otras parecen recuperarse casi intactas. No es solo la zona lesionada: es cómo toda la «red cerebral» responde a ese cambio.

¿Qué diferencia el comportamiento normal del anormal?

Estos hallazgos resaltan la importancia de diferenciar comportamientos adaptativos normales —como tristeza ocasional, preocupación ante un problema o dificultades para dormir después de un evento estresante— de comportamientos anormales que indican disfunción cerebral más profunda: alteraciones graves del juicio, incapacidad de experimentar placer (anhedonia), aislamiento social persistente, o explosiones de ira incontrolables.

La diasquisis cerebral sugiere que cambios sutiles en el cerebro pueden llevar a síntomas que tradicionalmente asociábamos únicamente a «problemas psicológicos». Esta perspectiva neurobiológica refuerza que la salud mental no es una cuestión de «fuerza de voluntad», sino de salud cerebral funcional.

La investigación también revela diferencias en la forma en que la diasquisis y la reconfiguración cerebral afectan según el sexo:

  • Mujeres: presentan mayor vulnerabilidad a alteraciones de conectividad relacionadas con trastornos afectivos (depresión, ansiedad), posiblemente debido a la interacción entre hormonas sexuales y plasticidad cerebral.
  • Hombres: tienden a manifestar alteraciones conductuales más impulsivas o externalizantes (agresión, conductas de riesgo) como respuesta a cambios de conectividad.

Estos datos alertan sobre la necesidad de enfoques terapéuticos diferenciados por género en salud mental.

Casos clínicos documentados en centros de rehabilitación de Estados Unidos y Europa muestran que personas que sufrían lesiones cerebrales focales (por accidentes automovilísticos o cirugías) desarrollaron, meses después, trastornos de ansiedad severa, cuadros depresivos, o síntomas psicóticos. Al aplicar protocolos de imagenología avanzada, se descubrió que los síntomas no provenían únicamente de la zona lesionada, sino de una reconfiguración disruptiva de toda su red cerebral funcional.

Esto valida aún más el rol indispensable de abordar la salud mental desde una perspectiva neurobiológica y multidimensional.

En Santiago y en Santo Domingo, la creciente necesidad de atención integral en salud mental encuentra respuesta con un psiquiatra capacitado en rehabilitación neurocognitiva, su experiencia en estos enfoques no solo permite un diagnóstico más preciso, sino también planes terapéuticos personalizados que ayudan a restaurar la funcionalidad cerebral, emocional y que comprenda las complejas dinámicas del cerebro es fundamental para lograr una recuperación real y sostenible.

La salud mental no es un lujo, es una necesidad básica. Así como cuidamos nuestro corazón o nuestros pulmones, debemos cuidar nuestro cerebro, nuestro principal órgano de conexión con el mundo.
Vivimos tiempos en que el estrés, los cambios sociales, las enfermedades y los accidentes aumentan el riesgo de alterar nuestro delicado equilibrio cerebral.

En Santo Domingo contar con una psiquiatra experta en rehabilitación neurocognitiva, terapia familiar y alta gerencia permite a las familias dominicanas y turistas que nos visitan reciban atención especializada, con tratamientos que integran mente, cerebro y entorno.

Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía y de amor propio. Invertir en nuestra salud mental es invertir en una vida plena, saludable y verdaderamente libre.

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