Una nueva ola de demandas presentadas el lunes acusa a Sean “Diddy” Combs de violar mujeres, agredir sexualmente a hombres y abusar sexualmente de un adolescente de 16 años.
Al menos seis demandas fueron presentadas contra el magnate del hip-hop en un tribunal federal de Manhattan. Fueron presentadas de forma anónima, dos por mujeres identificadas como Jane Doe y cuatro por hombres identificados como John Doe.
Los acusadores son parte de lo que sus abogados dicen es un grupo de más de 100 presuntas víctimas que están en proceso de emprender acciones legales contra Combs a raíz de su arresto por tráfico sexual el mes pasado.
Un hombre que vive en Carolina del Norte, afirma que Combs le acarició los genitales cuando tenía 16 años en una de las famosas fiestas blancas del rapero en los Hamptons de Long Island en 1998.
El hombre alega que durante una conversación sobre la posibilidad de incursionar en la industria de la música, Combs repentinamente le ordenó al entonces adolescente que se bajara los pantalones.
Según la demanda del hombre, Combs le explicó que era un rito de iniciación para convertirse en una estrella de la música, y en un momento le preguntó: «¿No quieres entrar en el negocio?».
El hombre dijo que obedeció por miedo, ansiedad y desequilibrio de poder que sentía hacia Combs, y que sólo después se dio cuenta de que lo que había sucedido era una agresión sexual.
Hasta la demanda del lunes, Combs sólo había sido acusado en casos civiles y su acusación penal por actividad sexual con adultos.
Los abogados de Combs y otros representantes no respondieron de inmediato a un correo electrónico en el que se les solicitaban comentarios. Cuando se anunciaron las demandas previstas el 1 de octubre, un abogado dijo que Combs “no puede abordar cada acusación sin fundamento en lo que se ha convertido en un circo mediático imprudente”.
Combs, de 54 años, se declaró inocente de los cargos de conspiración para cometer crimen organizado y tráfico sexual, alegando que coaccionó y abusó de mujeres durante años con la ayuda de una red de asociados y empleados, mientras silenciaba a las víctimas mediante chantaje y violencia, incluidos secuestros, incendios provocados y palizas físicas.
