Los ecuatorianos retornan este domingo a las urnas para participar en un nuevo referéndum nacional, el décimo en dos décadas, en un país donde las consultas populares se han convertido en un eje constante de la vida política.
La jornada fue convocada por el presidente Daniel Noboa, quien propone reemplazar la Constitución vigente —promulgada en la administración de Rafael Correa— y someter a votación un paquete de reformas que abordan temas como defensa, financiamiento político y la estructura del Parlamento.
El uso del referéndum como instrumento de decisión ciudadana ha marcado la historia reciente de Ecuador. Cinco mandatarios han impulsado procesos similares, aunque solo Alfredo Palacio, Rafael Correa (en cuatro ocasiones) y Lenín Moreno lograron aprobar todas las preguntas planteadas.
En contraste, Guillermo Lasso sufrió un revés en 2023, cuando ninguna de sus propuestas fue respaldada. Ese mismo año, otro plebiscito prohibió la explotación del Bloque 43-ITT en el Parque Nacional Yasuní, aunque no surgió desde el Ejecutivo.
Noboa ya había acudido a esta herramienta en 2024, cuando sometió once preguntas relacionadas con seguridad y justicia, obteniendo apoyo mayoritario en nueve de ellas. Esta nueva consulta vuelve a colocarlo en el centro del debate político.
Entre las propuestas de este domingo figuran la creación de una Asamblea Constituyente, permitir la instalación de bases militares extranjeras, eliminar el financiamiento estatal a partidos y reducir el número de legisladores de 151 a 73.
El Gobierno sostiene que estas medidas buscan modernizar el Estado y responder a la crisis de seguridad, en un país que en 2023 alcanzó su mayor índice de homicidios y que proyecta 52 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2025.