Camiones con ayuda humanitaria llegaron al enclave asediado de Gaza a través de un nuevo muelle flotante construido por Estados Unidos.
Esta operación, que podría alcanzar hasta 150 camiones diarios, busca paliar la escasez de alimentos y productos básicos causada por las restricciones fronterizas de Israel y los combates en curso. Aunque este primer envío es crucial, no puede reemplazar la importancia del transporte terrestre, el cual solía llevar más de 500 camiones de ayuda al día antes del conflicto.
La seguridad de la operación está en entredicho debido al riesgo de ataques, obstáculos logísticos y escasez de combustible provocada por el bloqueo israelí tras incursiones de Hamás.
Mientras tanto, las agencias de ayuda advierten sobre el agotamiento de alimentos y combustible, e informan de una hambruna en el norte de Gaza.
El Pentágono, responsable de la operación, espera que la ONU asuma la distribución de la ayuda una vez que se retiren las fuerzas militares, coordinando la llegada de camiones vacíos, el traslado de productos y su distribución a través de grupos de ayuda.
Además del apoyo estadounidense, el Reino Unido ha enviado parte de su ayuda, incluyendo kits de refugio y artículos de higiene, con planes de enviar más en las próximas semanas.
