El escenario jurídico en la República luce agitado y particularmente activo en temas de corrupción

Justo cuando se apertura el juicio de fondo contra los seis implicados En el caso de Sobornos con la compañía Odebrecht por 92 millones, se devela una ruta del lavado de activos en el país con actividades sospechosas, desde los años 1999 y 2017, que ascienden a más de dos billones de dólares, supuestamente para el financiamiento de la corrupción y la criminalidad.

Según reportes bancarios confidenciales enviados a la Unidad del Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y bajo la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación llevada a cabo durante unos 16 meses, indica que República Dominicana aparece como país que habría servido al flujo de dinero para financiar la corrupción y la criminalidad a nivel mundial.

La información fue debelada tras la revisión de unos 2,100 archivos, filtrados a la entidad de investigación en mayo de 2019 manejados por unos 400 periodistas.

Según el reporte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, República Dominicana aparece en por lo menos siete reportes, con pagos a través de remesadoras o transacciones bancarias incluyendo vinculados a Odebrecht.

Hoy con una renovada Procuraduría General de la República y en la jurisdicción de primera instancia los encargados por los millonarios sobornos vuelven al banquillo Tommy Galán concluyó sus funciones como legislador, Ángel Rondón Rijo, Víctor José Díaz Rúa, Conrado Enrique Pittaluga Arzeno, Porfirio Andrés Bautista García y Juan Roberto Rodríguez Hernández.

Recordemos que la procuradora general de la República Mirian German se inhibió de tratar cualquier asunto relacionado con el expediente del caso Odebrecht. Pues esta siendo jueza de la Suprema Corte de Justicia emitió “juicios sobre la calidad de las investigaciones.

Expresó que el expediente padecía «una dificultad probatoria», que de no ser subsanada por el Ministerio Público en el curso de la investigación no se auguraba un futuro esperanzador en el juicio al fondo.