El problema no es el problema

Si, así es….

El problema no es el problema, el problema eres tu.

Cuando estamos perturbados por algo que no va bien en nuestra vida, es normal que se llene nuestra cabeza de abejones, creyendo que eso que nos sucede supera nuestra capacidad de solución.

Veamos esto un poco más adentro para comprender el erróneo mecanismo psicológico que nos está impidiendo ver las cosas desde una perspectiva diferente… ! ¡Ya vuelvo!

Cuando tienes un problema con el mundo exterior es casi seguro que no tendrás ninguna control sobre eso y esto nos enoja a tal punto de no ver que eso a lo que le llamas problema es simplemente tu resistencia a aceptar las cosas como son y no como tu quieres que sean.

¿Y como voy a aceptar algo que no quiero, que no me gusta? Ahí esta el detalle… Aquí la enseñanza de los estoicos es fundamental cuando plantean que debemos hacer lo mejor con las cosas que están bajo nuestro poder, y tomar el resto como las presenta la naturaleza, es decir, algunas cosas están bajo nuestro control, otras no.

Pasarás por situaciones que simplemente no podrás controlar, ya que su solución no depende de ti, ahora lo que si podrás controlar es tu actitud hacia el problema.

Simplemente has elegido el enojo, la rabia cuando ves que te das contra el muro de la realidad…y con eso lo único que conseguirás es un cerebro aplastado.

Óyeme, las dificultades siempre estarán presentes en nuestras vidas, una vida satisfactoria está repleta de problemas, obstáculos, pero eso no significa que tienes que tomártelo como algo personal.

Tienes que aprender a ver lo importante… y lo importante no es el problema… repito, es la actitud que adoptas frente a la dificultad.

Cuando no puedas con algo, cuando la solución no esté en tus manos, cuando eso que te molesta este fuera de tu control.

¡Suéltalo¡ ¡Que fluya! y si esta para ti, acéptalo, pero si no esta para ti ¡Que le aproveche!
porque… El problema no es el problema.