Irán, a través de su embajador en España, Reza Zabib, describe el ataque reciente a Israel como una respuesta «calculada, limitada y equilibrada» al ataque previo contra su legación diplomática en Damasco.
Zabib afirmó que el ataque tenía como objetivo específico dos instalaciones militares israelíes vinculadas al atentado en Damasco y no buscaba dañar a civiles.
Asegura que Irán no planea más ofensivas, pero su respuesta futura dependerá de la reacción de Israel.
Zabib advierte que, si Israel responde, la reacción de Irán será más fuerte. Además, acusa a Israel de perpetrar un «genocidio» en Gaza.
Irán ha iniciado una ofensiva diplomática tras el ataque, manteniendo conversaciones con varios países para transmitir que su acción fue disuasoria y que responderán a futuras agresiones.
El ministro de Exteriores iraní ha conversado con Rusia, Catar, India, Malta, Egipto, Arabia Saudí, Siria, Turquía y la Unión Europea después del ataque.