La hija de la reconocida cantante Gloria Estefan, Emily Estefan, y su pareja Gemeny Hernández se vieron envueltas recientemente en un hecho que acaparó titulares en la prensa de espectáculos.
La pareja, que comparte una relación desde hace ocho años y reside en Miami, fue noticia el 29 de octubre tras registrarse un incidente de violencia doméstica en su vivienda, que terminó con una detención policial.
Habitualmente vistas en eventos públicos y círculos del entretenimiento latino, esta vez ambas estuvieron bajo la atención mediática por motivos ajenos a su carrera. Según informes de TMZ y People en Español, Hernández fue arrestada luego de ser señalada como la agresora en una disputa que habría comenzado por un teléfono móvil.
De acuerdo con los documentos policiales, las autoridades detuvieron a Gemeny Hernández bajo cargos de robo con violencia y agresión menor. El informe detalla que la discusión se originó cuando intentó quitarle el celular a Emily, lo que derivó en un forcejeo entre ambas.
En el reporte oficial se describe que “la víctima declaró bajo juramento que la acusada le arrebató el celular con fuerza y la golpeó con el mismo. Se produjo un forcejeo y la víctima logró recuperarlo para guardarlo en su bolsillo”. Sin embargo, el altercado continuó cuando Hernández volvió a tomar el dispositivo, según añade el documento.
Durante el enfrentamiento, ambas cayeron al suelo, y finalmente Emily consiguió recuperar el teléfono y llamó al 911 para pedir auxilio. El parte policial indica que sufrió una contusión en el ojo izquierdo y arañazos en el cuello, aunque sus lesiones fueron leves.
Posteriormente, Hernández enfrentó tres cargos, dos de ellos considerados delitos graves. El tribunal impuso una orden de alejamiento temporal, una fianza de 3.000 dólares y le asignó un abogado público para su defensa.
Durante la audiencia inicial, presidida por la jueza Mindy Glazer en la Corte Criminal de Miami, Emily participó virtualmente y pidió clemencia para su pareja, aclarando que no deseaba su encarcelamiento. “Le supliqué al detective y a los oficiales que no la arrestaran”, dijo, visiblemente afectada.
La jueza respondió que en este tipo de casos la detención inicial es obligatoria por protocolo, explicando que “cuando se trata de violencia doméstica, alguien debe ser arrestado”. Aun así, Emily insistió en que no temía por su seguridad y pidió que Gemeny pudiera regresar a su hogar.
Finalmente, tras escuchar sus declaraciones, la magistrada redujo la fianza, anuló la orden de alejamiento y autorizó la liberación de Hernández bajo fianza. Afuera de la corte, Emily la esperaba para reencontrarse con ella.