El sector empresarial dominicano alzó la voz este jueves tras la aprobación en primera lectura del proyecto de reforma al Código de Trabajo en el Senado, calificándolo como un retroceso que amenaza la estabilidad laboral y económica del país.
En un comunicado conjunto, las principales asociaciones empresariales manifestaron que la propuesta legislativa ignora consensos alcanzados durante años de negociaciones dentro del diálogo tripartito entre Gobierno, trabajadores y empleadores. A su juicio, el texto aprobado no responde al equilibrio ni a la sostenibilidad que demanda el entorno laboral actual.
Frente a este panorama, hicieron un llamado urgente a los legisladores y autoridades a retomar el diálogo con la participación activa de los tres sectores. Insistieron en la necesidad de construir una legislación moderna, equitativa y alineada con las exigencias del mercado de trabajo contemporáneo y los retos del futuro.
Los empresarios advierten que los cambios planteados aumentan considerablemente los costos laborales y afectan directamente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan más del 98 % del aparato productivo nacional. Además, afirman que la iniciativa desincentiva el empleo formal, en un contexto donde más del 55 % de los trabajadores están en la informalidad, y podría generar mayor inseguridad jurídica e inestabilidad para la inversión.
“Esta reforma manda una señal equivocada en momentos en que el país necesita reforzar la confianza, atraer inversiones y enfrentar desafíos globales con visión de futuro”, expresaron.
El documento también recuerda que desde el inicio de las discusiones sobre la reforma laboral, el sector empresarial ha mostrado disposición al diálogo, apostando a una normativa que proteja los derechos de los trabajadores, mejore la productividad y fortalezca la competitividad del país.
En línea con su compromiso con el desarrollo nacional, los empresarios reafirmaron su apoyo al plan “Meta RD 2036”, que busca duplicar el PIB real del país en los próximos 12 años. Para lograr esa meta, señalan que se requiere un marco laboral que promueva el crecimiento económico, incentive la formalidad y estimule la inversión.
Finalmente, subrayaron que cualquier modificación al Código de Trabajo debe ser el resultado de un proceso inclusivo, riguroso y basado en evidencia técnica, capaz de garantizar un verdadero avance para el empleo y la economía dominicana.
