Cesarina Figuereo, la hermana mayor del supuesto traficante de drogas José Antonio Figuereo Bautista, conocido como «Kiko la Quema”, pidió entre lágrimas: «Siempre lo he dicho. Que me lo entreguen en una caja que yo lo entierro, para salir de esa manzana podrida que tiene dañada la familia, para dejar de estar pasando vergüenza por ese charlatán».
Cesarina, manifestó que es una mujer “sería, de trabajo”, y expresó que está de acuerdo con el apresamiento de su hermano.
Sin embargo, denunció que continúa recibiendo atropellos a pesar de que nunca han participado en acciones ilícitas.
«Yo estoy de acuerdo con que lo apresen, pero a nosotros los hermanos tienen que dejarnos trabajar», comentó Figuereo.
Explicó que su pequeño comercio en el cual vende alimentos a sus vecinos se encuentra en “terrible estado económico” por los llamados improcedentes ejecutados por agentes de la Policía Nacional.