Durante el 2023, al menos 21.580 personas fueron víctimas de delitos contra la libertad sexual. Esto son más personas de las que caben en el WiZink Center de Madrid o en la Plaza de Toros de Pamplona. El 86% de las víctimas fueron mujeres y niñas, mientras que el 14% restante eran hombres y niños.
Nunca antes las estadísticas del Ministerio del Interior habían superado la barrera de las 20.000 víctimas en este tipo de delitos. De hecho, las cifras del 2023 –último año del que hay datos disponibles– superaron un 13% las del año anterior y duplicaron las registradas en 2015.
Bajo el título de “delitos contra la libertad sexual» se incluyen las agresiones sexuales con o sin penetración, el exhibicionismo, el acoso sexual, el contacto tecnológico, delitos relativos a la prostitución, corrupción de menores o incapacitados, pornografía de menores, provocación sexual. De todos ellos, fueron las agresiones y abusos sexuales sin penetración los que más víctimas se cobraron: 12.981 personas. Es decir, un 60% del total.
Todos los tipos penales acusaron aumentos en 2023 a excepción de la promoción de la prostitución a través de las nuevas tecnologías, cuyas víctimas comenzaron a contabilizarse el pasado año. Fuera de la estadística quedan todas aquellas personas que sufrieron cualquier tipo de violencia sexual, pero no lo denunciaron.