Desde el pasado 5 de abril, las exportaciones de la República Dominicana hacia Estados Unidos se han visto afectadas por la entrada en vigor de un nuevo esquema arancelario impuesto por Washington, que ha representado un costo adicional de aproximadamente 50 millones de dólares —equivalente a unos 3,000 millones de pesos dominicanos— para el sector exportador nacional.
La Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo) informó que las empresas han adoptado diversas estrategias para enfrentar esta carga. Algunas han asumido íntegramente el nuevo impuesto, otras lo comparten con sus socios comerciales estadounidenses bajo acuerdos equitativos, y en ciertos casos, el incremento se ha trasladado directamente al consumidor a través de los precios finales.
No obstante, Amaro Bergés advirtió que incluso en el caso de México, las negociaciones con Estados Unidos no han logrado una solución definitiva, lo que mantiene un clima de incertidumbre en la región.
El presidente estadounidense Donald Trump anunció la semana pasada una nueva modificación arancelaria que incrementa las tasas por encima del 30 % para países sin tratados comerciales con EE. UU., entre ellos Suiza, Serbia y Myanmar. Algunas naciones, como Siria (41 %), Laos y Myanmar (40 %), figuran entre las más penalizadas.
A nivel regional, el reajuste establece que, a partir del 7 de agosto, países como Costa Rica, Bolivia y Ecuador pasarán a pagar un 15 % de arancel.
En contraste, la República Dominicana se mantendrá en el grupo de países que continuará enfrentando una tasa del 10 %, junto a Panamá, Uruguay, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Paraguay, Honduras, Guatemala, Jamaica, Haití, El Salvador y Belice.