Miles de personas fueron evacuadas el lunes en el norte de Filipinas, mientras escuelas y oficinas cerraban tanto en el archipiélago como en zonas de Taiwán, ante el impacto del supertifón Ragasa, uno de los ciclones más poderosos de 2025.
El fenómeno, conocido en Filipinas como Nando, registraba vientos sostenidos de 215 km/h y ráfagas de hasta 295 km/h al tocar tierra en la isla de Panuitan, frente a la provincia de Cagayán, según la agencia meteorológica filipina.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. suspendió el lunes el trabajo gubernamental y las clases en la capital y en 29 provincias de Luzón. Más de 8,200 personas fueron evacuadas en Cagayán y unas 1,220 se refugiaron en albergues de emergencia en Apayao, una de las zonas más vulnerables a deslizamientos e inundaciones repentinas.
El suministro eléctrico se interrumpió en la isla de Calayan y en toda la provincia montañosa de Apayao. Los vuelos domésticos fueron cancelados en las provincias del norte y las autoridades prohibieron la salida de barcos pesqueros y ferris por el fuerte oleaje.