El gobierno del presidente Donald Trump interpuso el jueves una demanda contra la ciudad de Nueva York por sus políticas de “ciudad santuario”, argumentando que obstruyen las labores federales en la aplicación de las leyes de inmigración y fueron un factor en el reciente tiroteo a un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) fuera de servicio.
La demanda federal es la más reciente en una serie de acciones legales por parte del Departamento de Justicia en contra de políticas estatales o municipales que se consideran interferencias con la aplicación de las leyes de inmigración, según reseña AP.
“La ciudad de Nueva York ha liberado a miles de criminales en las calles para cometer crímenes violentos contra ciudadanos que siguen las leyes debido a las políticas de ciudad santuario”, señaló la secretaria de Justicia Pam Bondi en un comunicado de prensa. “Si la ciudad de Nueva York no defiende la seguridad de sus ciudadanos, nosotros lo haremos”.
La demanda —que también nombra al alcalde Eric Adams, a la comisionada de policía Jessica Tisch y a varios otros funcionarios y departamentos de la ciudad— está dirigida a políticas como la prohibición a las fuerzas policiales de la ciudad de ejecutar órdenes de detención civil de inmigración para mantener detenidas a ciertas personas más allá de su fecha de liberación.
Kayla Mamelak Altus, portavoz de Adams, dijo que el alcalde “apoya la esencia” de las políticas de la ciudad, pero ha instado al Concejo Municipal “a reexaminarlas para garantizar que podamos trabajar eficazmente con el gobierno federal para hacer de nuestra ciudad un lugar más seguro” en lo referente a tratar con “criminales violentos”. Añadió: “Hasta el momento, el Concejo se ha negado”.
Un representante del Concejo Municipal no respondió de momento a una solicitud de comentarios.