En horas de la noche de este martes, una tormenta azotó el noroeste de Estados Unidos trayendo consigo intensos vientos y lluvias que provocaron cortes de energía masivos y la caída de árboles, resultando en al menos una persona muerta.
El Centro de Predicción del Clima alertó sobre el riesgo de lluvias excesivas hasta el viernes y emitió advertencias de vientos huracanados, mientras un río atmosférico, una masa de humedad más fuerte de lo habitual para la temporada, afectaba a California y la región noroeste del Pacífico. Este fenómeno se considera una «bombogénesis», cuando un ciclón se intensifica rápidamente.
La caída de árboles bloqueó carreteras y dañó viviendas en el noroeste de Washington. Según las informaciones locales, una mujer falleció en Lynnwood, Washington, cuando un árbol derrapó sobre un campamento de personas sin hogar. En Seattle, un árbol cayó sobre un vehículo, atrapando a una persona, aunque posteriormente se informó que estaba en condición estable.
Para la mañana del miércoles, se reportaban al menos 600,000 viviendas sin electricidad en el estado de Washington, aunque el número de apagones fluctuó debido a problemas técnicos y cortes de internet. También se habían reportado cortes de energía en Oregon y California.