Cada 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmune que afecta a millones de personas en el planeta, y se busca aumentar la concienciación sobre sus efectos y la importancia de un diagnóstico precoz.
El tipo más común es el Lupus eritematoso Sistémico o LES, que puede causar inflamación en diferentes partes del cuerpo, especialmente en piel, articulaciones y cualquier órgano interno. Aunque no es curable, generalmente es controlable.
Otra variante es el Lupus Eritematoso Discoide (LED), que afecta solamente la piel y, a veces, también las articulaciones. En la mayoría de los casos, cursa en forma benigna y pocas veces se convierte en Lupus Sistémico.
Las causas del Lupus aún no se han determinado con exactitud. Sin embargo, los científicos sugieren que el desarrollo de esta enfermedad podría estar influenciado por tres aspectos fundamentales: los factores genéticos, las hormonas y el medio ambiente.
Entre los factores ambientales, se destacan la exposición a rayos ultravioleta, que puede provocar la activación de células inflamatorias en la piel, y el uso de determinados fármacos.
En cuanto a los síntomas, los más frecuentes son: Cansancio, Erupción malar, Dolor e inflamación de articulaciones.
A pesar de que el Lupus es una condición crónica sin cura hasta el momento, los tratamientos disponibles buscan gestionar y mitigar los síntomas.