Ellen Frances Hulett, ciudadana estadounidense de 24 años, falleció el pasado 23 de junio por insuficiencia cardíaca, como parte de un fallo multiorgánico, mientras permanecía bajo custodia de la Dirección General de Migración (DGM) en el Centro Vacacional de Haina, según confirmó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El informe forense, entregado al Departamento de Estado de EE. UU. el 11 de julio, descarta signos de violencia física. La Procuraduría General de la República proporcionó una copia del documento tanto a Diario Libre, como al Listin Diario que coincide con el certificado de defunción emitido por la Embajada de Estados Unidos, el cual añade como causas clínicas edema pulmonar e insuficiencia cardíaca aguda.
Los restos de Hulett fueron embalsamados en la Funeraria Blandino y trasladados a Florida, por disposición de sus padres, Diane Frances Meyer y Scott Hulett.
De acuerdo con Migración, Hulett fue detenida por la Policía Nacional en Sabana de la Mar al no portar documentos de identidad. Durante su custodia, presentaba un cuadro psicótico, se comunicaba por escrito en inglés y afirmaba ser originaria de distintos países, además de utilizar un nombre masculino, lo que dificultó su identificación. La misma fue finalmente confirmada en junio mediante un proceso de reconocimiento facial.
El 18 de junio, un psiquiatra del hospital Moscoso Puello la evaluó y ordenó varios análisis médicos. Sin embargo, estos no pudieron realizarse al día siguiente porque la paciente había ingerido alimentos. Los exámenes fueron reprogramados para el lunes 23, día en que fue hallada sin vida.
Un recurso de habeas corpus colectivo, presentado desde el 10 de mayo por el Comité de los Derechos Humanos de San Cristóbal, había solicitado atención médica urgente y un traductor para varios detenidos, incluida Hulett. Aunque un tribunal ordenó estas medidas, no fueron ejecutadas de inmediato.
La Dirección General de Migración afirmó que Hulett fue tratada conforme a los protocolos de identidad de género y que no se registraron denuncias de maltrato ni amenazas en su contra. La institución sostiene que el deceso no se debió a una omisión médica, sino a una condición mental compleja que dificultaba su manejo.
Hasta el momento, la Embajada de Estados Unidos no ha ofrecido comentarios públicos sobre el caso.