La comunicadora Ingrid Jorge rompió el silencio este lunes al publicar un video en sus redes sociales en el que se desvincula de las acusaciones que anteriormente había formulado contra el procurador adjunto Iván Feliz Vargas. En su declaración, Jorge aseguró que fue engañada por Johanna Madera, a quien responsabiliza de haberla manipulado mediante un elaborado esquema de suplantación de identidades.
“Jamás sería capaz de difamar de forma intencional a nadie”, expresó Jorge en tono de autocrítica. Afirmó que cuando emite una opinión, lo hace con la convicción de estar en lo correcto, pero que en este caso fue inducido al error y ahora busca enmendar el daño causado. Su video, ampliamente difundido en plataformas digitales, refleja un giro radical respecto a sus pronunciamientos anteriores.
La también influencer detalló que confió ciegamente en Madera, a quien consideraba su amiga íntima, y que terminó creyendo falsas versiones que le fueron presentadas como verdades. “Me vi gritando y señalando, convencida de estar defendiendo lo justo, cuando en realidad estaba siendo utilizada para fines personales”, dijo con visible arrepentimiento.
Admite haber sido víctima de manipulación emocional y mediática
Durante su intervención, Jorge describió la experiencia como un episodio de abuso emocional y engaño sistemático. Se refirió a Johanna Madera como una persona “sin escrúpulos ni conciencia”, comparándola con un perfil psicológico evasivo. Dijo sentirse avergonzado por haber defendido historias ficticias y darles visibilidad ante el público.
En un momento clave del video, Ingrid Jorge reconoció abiertamente: “Todo lo que dije sobre Iván Feliz es falso. No existieron los videos ni las evidencias que me mostraron sobre Milagros Germán o Johanna con Omar Fernández. Fui engañada y lo reconozco públicamente como una mujer responsable y comunicadora que tiene el deber de rectificar”.
Un esquema de identidades falsas que involucró hasta diez personas
Jorge explicó que Johanna Madera le presentó a una supuesta abogada que le ofrecía argumentos para sostener la culpabilidad de Carla Fitch y la supuesta inocencia de Madera. No obstante, más adelante descubrió que muchas de las personas con las que interactuaba —incluyendo un presunto “Omar Fernández”, la abuela de Johanna y un médico llamado Doctor Stanley— eran, en realidad, creaciones falsas manipuladas por la propia Johanna.
“No fue hasta que llamé directamente al doctor que comprendí la magnitud del engaño: ninguna de esas personas existía, y todas las cuentas eran manejadas por Johanna”, relató. Agregó que varios de los videos que había compartido públicamente, presuntamente con respaldo de “Omar Fernández”, también fueron fabricaciones.
Relatos inventados y pagos para fabricar pruebas falsas
En su testimonio, Ingrid Jorge reveló que Madera le narró múltiples historias falsas sobre reuniones secretas en casa de Carla Fitch, donde supuestamente se distribuían drogas con la participación de Iván Feliz y otra figura identificada como Gori Moya. Inclusive, aseguró que Johanna le pagó 100 mil pesos para que documentara un supuesto allanamiento donde se encontrarían sustancias ilegales. Todos los materiales entregados para sustentar esa narrativa, según Jorge, fueron falsos.
Involucramiento de menores y manipulación familiar
Uno de los aspectos más delicados del relato fue la participación de las hijas de Johanna Madera, quienes también fueron utilizadas en la trama, según denunció Jorge. “Una de las niñas me dijo ‘tía Ingrid, dile a mamá que perdone a Omar’”, contó. Además, recibió supuestos videos en los que Carla Fitch maltrataba a una menor, lo que hoy cree que fue parte de un montaje emocional.
La comunicadora también mencionó que Madera le aseguró que su hija Nashhally era producto de una relación con Omar Fernández, y que incluso personas que decían trabajar en su casa corroboraban esa historia. Posteriormente, un contacto que se identificaba como Omar Fernández comenzó a escribirle, respaldando su postura en redes. Más tarde descubriría que este perfil también era falso.
El momento clave: la llamada que lo cambió todo
El punto de quiebre se produjo cuando Jorge intentó verificar información directamente con el Doctor Stanley, un médico con quien creyó haber coordinado una cirugía estética. La respuesta fue contundente: no tenía contacto con ella desde octubre de 2023 y no la conocía. Esa conversación lo llevó a revisar las comunicaciones anteriores y a notar que el estilo de escritura era siempre el mismo, el de Johanna Madera.
Concluyó que “Almudena”, una mujer que había sido señalada como ex del doctor, también era un perfil falso controlado por Madera, quien —según investigaciones— había suplantado identidades desde al menos 2015.
