19 Abril 2024

Inquietud por los que inciden y forman opinión pública

Teleuniverso

Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Los que engañan a los pueblos

1.- Los enemigos nacionales y extranjeros de los pueblos procuran someterlos a su autoridad por la fuerza bruta o mediante la argumentación engañosa, haciéndoles creer como verdad, algo que es mentira.

2.- Para inducir a las masas populares para que crean como cierto lo que es falso, sus adversarios las condicionan, las someten mediante la influencia de mensajes enviados por personas en el arte de la persuasión a la opinión pública.

3.- La ciudadana o el ciudadano alabable, el elogioso es a quien se busca para engatusar a los oprimidos y mantenerlos aceptando tranquilamente sus pesares, su cruel explotación.

4.- La comunicación es la vía que conviene y utilizan los adversarios para hacer llegar a las víctimas de la explotación, las informaciones mediante las cuales dominan y logran sojuzgarlas.

5.- Aquellos que son opuestos al progreso de los pueblos, los emboban utilizando a personas que les generan confianza, a esos a quienes ven como su paño de lágrimas, que creen que nunca les engañarán. 

6.- Porque estamos viviendo en una sociedad totalmente contaminada por vicios sociales, propios y extraños, aquel que quiere conservarse limpio debe permanecer muy avispado, ser perspicaz.

II.- Para que las dominicanas y los dominicanos buenos, no se dejen utilizar

7.- La buena fe y la sinceridad en lo que dice y hace un comunicador, le genera credibilidad y respeto en el seno de la sociedad en la cual se desempeña.

8.- En la historia de las maquinaciones, de las confabulaciones, de las feas tramas políticas, siempre ha estado presente como víctima esa persona buena, prestigiosa y muy querida por su pueblo, pero se dejó utilizar por odiosos objetivos politiqueros.

9.- La candidez, el proceder angelical de algunos intelectuales, les lleva a ponerse al servicio de intereses opuestos a la independencia, la soberanía y el desarrollo de su propio país.

10.- Aunque algunas personas no se dan cuenta, aquí se libra una batalla ideológica en la cual mujeres y hombres muy valiosos para la causa democrática, sin darse cuenta, les están sirviendo al enemigo.

11.- No debemos ignorar que el contrario nunca se presenta haciendo su labor de manera abierta, a la franca, sino encubierta, ocultando los fines que persigue.

12.- Es de interés para quien procura controlar la voluntad de otro, para que haga lo que desea, “que aquel pensase que actúa libremente, cuando, en realidad, está movido por una fuerza que no conoce ni controla”.

13.- Para entrometerse en los asuntos internos de otros países, la prepotencia imperial hace uso de su principio, “la mentira necesaria”, maniobrando para que aquellos a los cuales utiliza en los medios de comunicación y movimientos sociales hagan del embuste un medio de confusión.

14.- Las potencias coloniales, para ejercer el control de los pueblos súbditos, procuran dominarlos en lo material y espiritual, y para tal fin, además de saquear sus recursos naturales, les imponen su ideología, es decir, el conjunto de forma de la conciencia social, ideas políticas, jurídicas, filosóficas, morales, religiosas y estéticas.

15.- En el caso de la República Dominicana, los Estados Unidos influyen en la mente del pueblo, por medio de sus ideólogos, sus agencias de prensa y diferentes órganos de penetración cultural.

16.- Para que la línea de la ideología imperial llegue y penetre en el cerebro de dominicanos y dominicanas, el imperio dispone de órganos para fijar conceptos que sean asimilados por personas educadas, con condiciones de influir en el pensamiento popular.

17.- Aquellos que inciden ante la opinión pública nacional dominicana, están en la obligación de esmerarse y mantener su buena imagen, para que sus opiniones inspiren confianza, siempre cuidándose de no ser tocados de manera indirecta por quienes están interesados en que nuestro pueblo siga viviendo como hasta ahora, lleno de pobreza.

Ideas finales

18.- A veces, ocurre que personas que gozan de respeto y consideración en el seno de la sociedad, no siempre ponen sus méritos a disposición de los que están al margen del bienestar social, de los que son los más, el pueblo trabajador.

19.- La comunidad dominicana se siente bien teniendo como luchadores a su favor a esas personas honestas como periodistas, que bregan por el adecentamiento de la vida pública; virtuosas como escritores; benditas como activistas sociales y en la defensa de los derechos humanos y las libertades públicas; y de buena pasta como productores de televisión.

20.- Necesitamos personas que piensen y laboren de manera leal para el país; que demuestren fidelidad a sus principios e incondicionalidad a los intereses de su pueblo y nunca den señales de traición, de proceder innoble.

21.- Querer a nuestro pueblo, no debe ser cuestión de pose, devaneo, de simple coqueteo, sino en firme, sin estar en componendas con enemigos nacionales y extranjeros.

22.- Ese ser humano sin dobleces, lleno de espontaneísmo, que desea una República Dominicana de mujeres y hombres puros, libres de vicios como el odio, el chisme, la intriga, la mentira, el robo y otras lacras sociales, está en la mira de quienes procuran dirigir aquí la lucha de las masas populares.

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