El ejército israelí anunció la retirada parcial de sus fuerzas de un bastión de Hamás en el sur de Gaza, reduciendo su presencia a uno de los niveles más bajos desde el inicio de la guerra hace seis meses.
Las tropas se retirarán para descansar y prepararse para operaciones futuras, mientras que una parte permanece en otras zonas de Gaza. La 98va división de paracaidistas operó alrededor de Jan Yunis, el foco principal de atención de Israel.
Israel planea una ofensiva terrestre en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, considerada el último bastión de Hamás. Sin embargo, la población de Rafah es de aproximadamente 1.4 millones de personas, lo que ha generado preocupación internacional por la protección de civiles.
Las tensiones siguen creciendo al cumplirse seis meses de guerra, con Israel respondiendo a ataques de milicianos de Hamás con bombardeos y una ofensiva en Gaza. Las autoridades palestinas reportan más de 33,000 muertes, en su mayoría mujeres y niños, además de 75,886 heridos.
En Israel, la frustración aumenta por la inacción del gobierno para liberar a los rehenes, y se esperaba que las negociaciones para un cese del fuego se reanudaran en El Cairo. Mientras tanto, las preocupaciones sobre un conflicto regional más amplio persisten luego de un ataque atribuido a Israel en Damasco, que mató a dos generales iraníes de élite y generó advertencias de represalias por parte de Irán.
El primer ministro Netanyahu afirmó que Israel está preparado para cualquier respuesta y que no dudará en responder a quienes intenten hacerles daño.