La ex primera dama peruana, Nadine Heredia, condenada a quince años de prisión junto con su esposo, el expresidente Ollanta Humala, llegó este miércoles a Brasilia, amparada por el asilo diplomático otorgado por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Heredia arribó en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), enviado a Lima después de que las autoridades peruanas otorgaron el necesario salvoconducto, negociado con el Gobierno brasileño.
La ex primera dama fue condenada a prisión este martes y, poco después de conocer la sentencia, se presentó en la embajada de Brasil en Lima, donde solicitó formalmente asilo, el cual fue concedido casi de inmediato.
La esposa del expresidente Humala (2011-2016) llegó a la capital brasileña con uno de sus hijos, Samir, quien también ha sido beneficiado con el asilo diplomático. Aún se desconoce si se establecerán en Brasilia o en otra ciudad del país.
En tanto, Humala y su esposa han sido condenados a prisión por su participación en una trama de corrupción y lavado de dinero en campañas electorales, la cual involucró a la empresa brasileña Odebrecht y a aportaciones ilícitas del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez.
El expresidente fue arrestado el mismo martes y será recluido en el penal limeño de Barbadillo, donde también cumplen sentencia los exmandatarios Alejandro Toledo y Pedro Castillo. El primero está encarcelado por escándalos vinculados a Odebrecht, y el segundo por haber intentado disolver el Congreso en 2022.
Por presuntas corruptelas vinculadas a Odebrecht, que sacudieron a varios países de América Latina, el propio presidente Lula fue condenado y pasó 580 días en prisión, tras un juicio que finalmente fue anulado por la Corte Suprema de Brasil debido a diversas irregularidades procesales.
Brasil tiene una sólida tradición en materia de asilo y ya ha acogido a numerosas autoridades de diferentes países.
Uno de los casos más relevantes fue el del exdictador paraguayo Alfredo Stroessner, quien gobernó con mano de hierro entre 1954 y 1989. Fue derrocado y se asiló en Brasilia, donde murió en agosto de 2006 y fue sepultado, sin haber regresado jamás a su país.
También recibieron asilo en Brasil otros importantes políticos paraguayos, como el expresidente Raúl Cubas, quien renunció en 1999, y el exgeneral Lino Oviedo, acusado de intentar un golpe de Estado contra el gobierno de Juan Carlos Wasmosy en 1996.
Otro expresidente que estuvo asilado en Brasil fue el ecuatoriano Lucio Gutiérrez, quien llegó al país después de ser destituido en 2005.
Fiel a esa tradición diplomática, Brasil asumió el año pasado la custodia de la embajada peruana en Caracas, después de que los diplomáticos de ese país fueran expulsados de Venezuela tras el polémico proceso electoral que confirmó en el poder a Nicolás Maduro.
En Caracas, Brasil asumió en agosto la custodia de la residencia de la embajada argentina, donde desde hace más de un año permanecen asilados cinco opositores que aún no han obtenido el salvoconducto necesario para abandonar el país.
Venezuela revocó la autorización para esa custodia en septiembre, pero Brasil la mantiene, ya que el gobierno argentino aún no ha designado a otro Estado para que se haga cargo.