La extrema derecha ganó este domingo la primera vuelta de unas elecciones legislativas cruciales en Francia, en las que las fuerzas de centroderecha del presidente Emmanuel Macron quedaron en tercer lugar por detrás de la izquierda, según las primeras estimaciones.
El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados lograrían alrededor del 33% de votos, pero deberán esperar a la segunda vuelta del 7 de julio para saber si alcanzan la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (cámara baja).
«Necesitamos una mayoría absoluta», dijo Le Pen ante sus simpatizantes en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte de Francia, donde fue reelegida diputada. Los franceses «han emitido un veredicto rotundo», dijo su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, desde París.
Y podría debilitar la política de apoyo a Ucrania de Macron. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev, subraya que quiere evitar una escalada con Moscú.