El recorrido de Imane Khelif para llegar a los Juegos Olímpicos de París ha sido largo y difícil.
Khelif, oriunda de un pueblo rural en el oeste de Argelia, la boxeadora de 25 años ha tenido que enfrentarse a prejuicios, bullying y la falta de recursos.
Sin embargo, Khelif se encuentra en el centro de la polémica en París tras vencer en apenas 46 segundos a la italiana Angela Carini. El combate, ocurrido el 1 de agosto y que le permitió avanzar a los cuartos de final en la categoría femenina de 66 kilos, revivió cuestionamientos sobre su género y su derecho a participar en una competencia femenina.
Dicha controversia se remonta al año pasado, cuando fue desclasificada de los Campeonatos del Mundo femeninos en India después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) determinara que «no cumplía con los criterios de elegibilidad».
La IBA, encabezada por el ruso Umar Kremlev, no es reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI) desde 2019 por problemas de gobernabilidad. Aunque la IBA no divulgó públicamente los resultados de aquellas pruebas, el COI dijo que se trataba de «altos niveles de testosterona».
Esta vez, el COI ha dicho que todos los atletas que participan en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos «cumplen con las normas de elegibilidad e inscripción de la competición, así como con todas las normativas médicas aplicables». El portavoz del COI, Mark Adams, ha defendido que «no se trata de una cuestión transgénero».
Por lo que, no es la primera vez que Imane Khelif compite en las Olimpiadas. También lo hizo en Tokio 2020, donde fue derrotada.
Cómo empezó a boxear
Imane Khelif nació en 1999 en la provincia de Tiaret, en Argelia. Durante su infancia y adolescencia, destacó por sus habilidades deportivas, especialmente en fútbol, en un pueblo rural conservador donde el deporte estaba reservado para los hombres. Según Unicef, los niños que la rodeaban «peleaban con ella» pues se sentían «amenazados». Esta etapa difícil la llevó a practicar boxeo casi como un método de defensa.
Su padre, que trabajaba en el desierto del Sahara, se opuso rotundamente al boxeo, pensando que no era para niñas. A pesar de ello, y gracias a la motivación de sus profesores, Imane Khelif decidió comenzar a entrenar a los 16 años.
Dificultades financieras
Durante este período, tuvo que enfrentar grandes obstáculos. Para practicar el deporte, tenía que viajar cada semana a un pueblo a 10 kilómetros de su casa, lo que significaba un costo de autobús que ni ella ni su madre podían pagar. Según Unicef, Khelif vendía pan y objetos recogidos en la calle para reunir dinero. Su madre vendía cuscús.
A pesar de estas dificultades, comenzó a destacar poco a poco. En 2018, con 19 años, logró el puesto 17 en el Campeonato Mundial de Nueva Delhi. En 2019, representó a Argelia en el Campeonato Mundial.
