Los casos se multiplican, Yasmin, 18 años, Yésica, 21, Liliana 28, Angela 32, Chantal 47 y siguen y siguen las cifras de espanto que nos sitúan entre los países de mayor tasa de incidencia de feminicidios de la región.
Y cuando leemos esas historias de asesinatos, homicidios, acoso, persecución, amenazas, muchos llegan hasta a pensar que solo se trata de un sentimiento de un hombre o de una mujer que califican de ¡amor!… pues no, no metan en ese saco a un sentimiento que lo único que procura es el bienestar del otro, aun cuando no sea correspondido, lo que ocurre es que esa persona que acosa sufre una dependencia patológica, enfermiza…y es por eso que ninguna mujer, ningún hombre puede descuidarse cuando observa un comportamiento obsesivo, hombres , que no consiguen detener su obnubilación, su chifladura y se empeñan de manera enloquecida de que esa es la mujer que le causa un dolor tan grande y para deshacerse de ese dolor psicológico tiene que matarla.
Pero, ¿ porque ese apego es tan poderoso que puede llevarlo a cometer un crimen?
Miren, una dependencia hasta cierto punto es deseable porque consigue mantener el vínculo. si a una persona no le importa nada sobre el otro, simplemente no hay manera de que esa relación perdure.
El apego sólo se convierte en un problema cuando usted necesita, oiga bien la palabra, necesita, recibir continuamente manifestaciones de afecto.
Aquí es donde usted tiene que diferenciar entre una dependencia normal, necesaria y una dependencia patológica,
el dependiente patológico lo que quiere es exclusividad absoluta. se siente celoso de todo lo que rodea a la persona idealizada: hijos, familiares, amigos, compañeros de trabajo. vive siempre al acecho.
Para el dependiente patológico, la ruptura amorosa es el fin del mundo. por eso se vuelven locos, desquiciados, amenaza sin razón, no duerme, no se alimenta bien, en el trabajo es un desastre porque la ausencia de esa mujer en particular le ocasiona un daño emocional y entonces sufre de manera dramática porque se ha ido y se ha ido con otro.
Recomendación.
A ese hombre que hoy pasa por la tortura de una obsesión, una dependencia patológica, se lo digo permanentemente y hoy se lo vuelvo a repetir, porque se lo que se mueve en su cabeza.
No convierta a esa persona idealizada en su necesidad, debe reconocer que atraviesa por un mal de amor que en otras palabras yo lo llamaría, estas enfermo de apego.
Mire a su alrededor, muchas flores están floreciendo, no se fije solo en esa que ya otro recogió.
no vale la pena echarse 20 o 30 años de cárcel por una persona que ya ni siquiera piensa en usted.
¡Hágame caso… sáquese esos mususes de la cabeza y solo dele tiempo para que ese dolor desaparezca de su vida y entonces, todos lo veremos disfrutando de una relación nueva, florecida y no detrás de los barrotes de una cárcel inmunda y viciosa.
¡Hágame caso! o de lo contrario usted será el próximo al que le griten… ¡crucifícalo Pilato!