La Unión Europea (UE) planea impulsar rápidamente la tecnología de captura de carbono a pesar de las incertidumbres que rodean a la seguridad del transporte y el almacenamiento subterráneo.
En ese sentido, el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) advierte de que la recién publicada estrategia de gestión industrial del carbono de la Comisión Europea apuesta por tecnologías no probadas que podrían dirigir grandes sumas de recursos públicos a proyectos ineficaces.
Andrew Reid, analista de finanzas energéticas de IEEFA Europa, afirma: “La ambición de la Comisión Europea en materia de captura de carbono es significativa: unos 450 millones de toneladas de CO2 para 2050, de las cuales alrededor del 40% procederán únicamente de la captura directa en el aire (DAC), el proceso de captura de carbono más caro.
Para funcionar, la DAC necesita su propia energía baja en carbono y lugares de almacenamiento adecuados. Su coste oscila entre 600 y 1.000 dólares por tonelada, considerablemente más alto que el actual sistema de comercio de derechos de emisión de la UE o el precio efectivo del carbono, de unos 60 euros.