A cinco días de la agresión ambiental en las Dunas de Baní, la zona sigue sin vigilancia adecuada para prevenir más daños.
Desde Matanzas hasta Las Salinas de Puerto Hermoso, no se observa vigilancia por parte de las autoridades.
La tala y quema indiscriminada en la zona ha dejado empalizadas y parcelaciones agrícolas que afectan esta área protegida.
Los ocupantes de Las Calderas buscan sembrar sandías, pero el Gobierno y el ministro de Medio Ambiente, Ceara Hatton, aseguran que los daños están fuera del área protegida.
El Ministerio de Medio Ambiente anunció inversiones para proteger la zona, pero hasta la fecha no se ha observado ninguna mejora.
Los ambientalistas denuncian un crimen ecológico alarmante, mientras los invasores continúan dañando la zona.