6 Diciembre 2025

Los 133 "príncipes de la iglesia" se preparan en Roma para elegir al nuevo papa

Los 133 cardenales electores del próximo cónclave están en Roma para elegir al sucesor del papa Francisco. Todos se reunirán en secreto en la Capilla Sixtina a partir del miércoles.

Teleuniverso

Los 133 cardenales electores del próximo cónclave están en Roma para elegir al sucesor del papa Francisco y definir el futuro de la Iglesia, que cuenta con 1.400 millones de católicos.

Los llamados «príncipes de la Iglesia» se recluirán a partir del miércoles en la Capilla Sixtina hasta elegir al nuevo pontífice en una votación incierta y sin claros favoritos.

Progresista, conservador, dogmático… ¿Cómo será el próximo papa? Expertos y cardenales coinciden en que no será un revolucionario como el argentino Jorge Bergoglio, quien propuso un pontificado de reformas, enfocado en los pobres y en las periferias del mundo.

El primer pontífice latinoamericano fue muy popular, pero al mismo tiempo enfrentó resistencia dentro de la Iglesia.

– «Más como Francisco» –

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, anunció el lunes que todos los electores se encontraban en Italia.

Todos ellos se reunirán en secreto a partir de la tarde del miércoles y votarán bajo los frescos de Miguel Ángel hasta que un candidato obtenga una mayoría de dos tercios.

Mientras tanto, decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro y millones más a través de la televisión mantendrán la mirada fija en la pequeña chimenea instalada en el techo del majestuoso edificio, a la espera de noticias.

Humo negro, sin consenso; habrá otra votación. Humo blanco: «Habemus papam».

El Vaticano está ultimando los detalles de esta elección, que se remonta a la Edad Media. El lunes se instalaron las cortinas de terciopelo rojo en el balcón central de la basílica de San Pedro, las cuales se abrirán para la primera aparición del nuevo papa.

María de los Ángeles Pérez, una turista mexicana de 49 años en Roma, esperaba que el nuevo papa ayudara «a los más pobres, a los más necesitados».

«Más como Francisco que como Benedicto», aseveró Aurelius Lie, de 36 años, de Alemania. «Siempre que no sea tan conservador y no se deje influenciar por líderes como Giorgia Meloni o Donald Trump».

El sacerdote canadiense Justin Pulikunnel pidió, por su parte, una «fuente de unidad» para la Iglesia «después de casi una docena de años de desestabilización y ambigüedad».

– «Politiqueo» –

Los llamados «príncipes de la Iglesia» no tendrán contacto con el mundo exterior hasta que elijan al nuevo papa: sin teléfonos, internet, televisión ni prensa.

Se celebrarán cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, excepto el primer día, en el que solo se realiza una.

Las papeletas, actas y notas se queman en dos estufas para anunciar al mundo el resultado.

Benedicto XVI fue elegido en cuatro votaciones en 2005; Francisco, en cinco, en 2013.

Mientras que algunos cardenales dicen en los medios que esta votación se extenderá por dos, como máximo tres días.

Otros, no obstante, creen que necesitarán más tiempo para negociar y encontrar un punto medio que una a «bergoglistas» y conservadores, permitiendo que un nombre obtenga los dos tercios -89 votos- necesarios para elegir al titular del trono de San Pedro.

Desde los italianos Pietro Parolin y Pierbattista Pizzaballa hasta el maltés Mario Grech, pasando por el arzobispo de Marsella Jean-Marc Aveline y el filipino Luis Antonio Tagle, varios nombres emergen como papables. Sin embargo, es famoso el dicho en Roma de que «quien entra papa al cónclave sale cardenal».

No hay candidatos oficiales, aunque sí hay millones de euros apostados en casas de apuestas.

«¡Nadie está en campaña, por Dios!», afirmó en su podcast el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva

Francisco nombró a la mayoría de los cardenales que ahora votan por su sucesor; muchos de ellos provienen de la «periferia» del mundo, lejos de Europa, una región históricamente marginada por la Iglesia en Roma.

Este cónclave será el más internacional de la historia, con representantes de 70 países de todos los continentes.

Muchos apenas comienzan a conocerse ahora en las llamadas congregaciones generales que se celebran desde la muerte del pontífice. Estas son reuniones a puerta cerrada en las que los cardenales comparten puntos de vista sobre las prioridades de la Iglesia y, al mismo tiempo, permiten a los electores formarse una idea de posibles candidatos.

«Lo que hago es observar, escuchar y ver a personas que vienen de Mongolia, que trabajan en la Curia y que están con los más pobres en América Latina y África. Es muy bonito», dijo a periodistas el cardenal chileno Fernando Chomalí. «Es la herencia de 2.000 años de vida eclesial y también la herencia del papa Francisco».

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