Así arrancan los que serán los Juegos Olímpicos más extraños y complejos de la historia. Tokio 2020 “Es muy diferente a lo que todos habíamos imaginado, los juegos ya son una realidad”
La llama prendió mientras la pandemia sigue azotando al mundo.
La cita se produce un año después de lo previsto, un aplazamiento inédito en una historia de 125 años que solo contempla las cancelaciones de 1916, 1940 y 1944 por las guerras mundiales que sacudieron el siglo pasado.
La 32ª edición de la Olimpiada moderna mantiene su nombre original, con el año para el que estaba programado y en el que fue suspendida por la pandemia de coronavirus.
El cónclave se produce pese al escepticismo de los ciudadanos japoneses, ante un evento que congrega a 11,274 atletas, 5,392 mujeres y 5,882 hombres, en representación de más de 200 países.
La delegación de atletas dominicanos que participa en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 desfiló con la Bandera Nacional durante la apertura de ceremonia y hasta bailó merengue. Aunque el nombre de la Republica Dominicana no fue anunciado por los narradores.
Priscilla Rivera, capitana de Las Reinas del Caribe bailó a ritmo de merengue con el pugilista Rodrigo Marte de la Rosa, ambos designados como los abanderados de la delegación dominicana.
La nación caribeña contará con 66 deportistas repartidos en 11 disciplinas, casi el doble del que hasta ahora era su tope: los 34 atletas que fueron a Atenas 2004.
En la historia de los Juegos Olímpicos de verano, solo en tres oportunidades se tomó la decisión de cancelarlos: la primera, en 1916 con sede en Berlín debido a la I Guerra Mundial. Después, en 1940, en Tokio, los Juegos se vieron suspendidos por la II Guerra Mundial y no se reanudaron sino hasta 1948 en Londres.
Las cifras entregadas por el comité organizador en los últimos meses dan ese dato: los Juegos Olímpicos de Tokio serán los más costosos de la historia.
Una de las tareas de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio es conseguir que las competencias sean las más ecológicas de la historia.
Para eso han tomado varias medidas que llaman la atención por lo novedosas.
La primera fue la decisión de que las camas en la que dormirán los atletas sean de cartón, para que puedan ser recicladas una vez termine el evento.
Las preciadas medallas, que están hechas con material reciclable, especialmente de celulares desechados. Pero su empeño mayor está en reducir las emisiones de carbono durante el evento.
