5 Diciembre 2025

Mujer libre: ¿Y eso vale la pena?

Teleuniverso

De entrada, la libertad siempre vale la pena. pero vamos a ver esto mas adentro porque ese temor a la libertad, especialmente de la mujer… que se sigue enfrentando a esas rancias creencias que la arrinconan y terminan por

Quedar atrapadas en la mortal telaraña en la que el macho la enreda y la inmoviliza.

Claro, las mujeres libres son las locas, las desquiciadas, esas que no tienen rumbo y se resisten a seguir siendo

Gobernables, apocadas, mansas, rendidas, y con sus alas quebradas.

Pero, de verdad, convertirse en una mujer libre, ¿vale eso la pena?

Mire porque vale la pena…

1) porque no es verdad , por mucho que se lo hayan impuesto , que para usted tener una vida plena, realizada debe cumplir con el sospechoso requisito de tener esposo e hijos. eso solo es una preferencia no una necesidad y en algunos casos solo representa sometimiento a la voluntad de otros.

2) porque ya está bueno de silencios, reserva, omisión, para llevar la fiesta en paz…! ¡qué fiesta es esa! si usted no puede expresarse, mostrar su esencia femenina, exhibir su manera particular de bailar, ¿porque tiene que seguir los pasos del otro para que no haya tropiezos?

3) usted no tiene porqué seguir el llamado orden natural de las cosas… porque la naturaleza, porque asi lo quizo dios, o ese significado hebreo que prevalece hasta el día de hoy: la mujer como objeto exclusivo del macho y quien recibe el absurdo, irracional y disparatado derecho de propiedad sobre la esposa, por el pago o precio de compra y que la obliga a la fidelidad y si traiciona recibe una condena que llega al colmo de una condena de muerte.

4) ¿quien le dijo que mujer significa debilidad, necesitada de protección, apoyo? usted ha nacido entera, con todos los recursos para salir adelante sin bastón, arrimo, sostén. claro, muchas buscan ese acomodo, porque la libertad tiene su precio y esas no quieren pagarlo… entonces se arriman, buscan un refugio para las tempestades de la vida, pero lo que no saben y que más tarde comprobaran es que ese refugio gotea todo el tiempo, y pasarán por la vida chamuscadas , con ríos de lágrimas bajo sus ojos, empapadas y temblando de miedo

5) vale la pena convertirse en una mujer libre, no en una resentida que todo lo masculino le huele mal, una mujer que acompaña pero que se niega a caminar detrás, esa mujer libre que celebra las diferencias y se las goza, no esa amargada, repleta de teorías radicales e inservibles, hembras incapaces de disfrutar la compañía de un macho porque están cubiertas de caparazones, corazas que les impiden entrar al reino del gozo y la celebración.

Entonces, ¡si! vale la pena, dejar atrás la sumisión, la lastima y arriesgarse a crecer, madurar, lista para entrar a los desafíos de la vida y ganar sus propias batallas…

¡Si! , vale la pena. porque “nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar”.

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