Con una inversión de 1.6 millones de dólares, Nueva York busca impulsar un proyecto para reducir los tiempos de respuesta policial, conectando botones de pánico con el centro de comando del Departamento de Policía de Nueva York.
El alcalde Eric Adams hizo el anuncio de esta estrategia durante una conferencia de prensa frente a una tienda en el Bronx y explicó que los botones serán instalados en bodegas ubicadas en áreas identificadas como puntos críticos de criminalidad.
La instalación de los dispositivos estará a cargo de la empresa SilentShield y hasta el momento, por razones de seguridad, se desconoce el nombre de los lugares que se verán beneficiados con esta acción, de acuerdo a lo que se registra en Newsweek