La ciudad de Nueva York implementa nuevas normas para sacar a migrantes de sus albergues. La medida establece que los adultos solicitantes de asilo deben abandonar el sistema de alojamiento después de un mes, a menos que puedan justificar «circunstancias extenuantes».
Activistas y autoridades locales siguen de cerca el proceso, mientras que el alcalde defiende la medida ante críticas.
Otros lugares como Denver y Chicago también están ajustando sus políticas de albergue para migrantes.