La Conferencia Episcopal de Haití (CEH) denunció la creciente barbarie y violencia generada por las bandas armadas, al tiempo que criticó duramente a las autoridades por la falta de respuesta ante la crisis.
En un mensaje difundido por la emisora de Haití Radio RFM 104.9, los obispos describieron a Haití como «un Estado fallido que ya no garantiza ni la seguridad, ni la justicia, ni el mínimo vital para su pueblo».
«Un territorio fragmentado, abandonado a la ley de las armas y al terror de los grupos armados«, advierten los obispos, quienes apelan directamente a la conciencia colectiva de la nación.
La CEH expresó su preocupación por la persistente inseguridad, el colapso de los servicios básicos y la ausencia de gobernabilidad. En ese contexto, consideraron inapropiado el momento actual para convocar un referéndum constitucional, ya que, según su declaración, las condiciones no garantizan ni participación democrática ni estabilidad.