Por: Carlos Manuel Estrella
Un amigo me expresa unas reflexiones que tomo prestadas y comparto: “El liderazgo político, social y económico de la República Dominicana es consciente de que con un 55% de informalidad en la economía, alcanzar el anhelado desarrollo sigue siendo un desafío pendiente, que no solo representa obstáculo al crecimiento sostenible, sino también fuga de recursos esenciales para financiarlo. Sin embargo, en un contexto de estabilidad y crecimiento, resulta difícil impulsar cambios que afecten privilegios, incentivos y ventajas.
“La Constitución de San Cristóbal no solo fue la primera, sino que todavía guarda conceptos y principios vanguardistas para la sociedad actual. Esos constituyentes fueron capaces de articular un documento que ha trascendido en el tiempo como referente de derechos y democracia para el país.
“Pedernales es uno de muchos ejemplos de oportunidades del país para impulsar su desarrollo y que solo aguardan por una voluntad para la acción.
“Pudiera ser el espacio ideal para un nuevo pacto social que identifique acciones para una reducción progresiva de la informalidad y que los recursos que genere sean vinculados a objetivos claves para el desarrollo, que permitan mejorar la competitividad, impulsar un modelo de desarrollo sostenible y sustentable, a la vez de que propicie mejora de los índices de desarrollo humano.
“El Pacto de Pedernales” pudiera ser ese acuerdo político, social y económico que ayude a establecer una ruta de forma consensuada donde definitivamente queden erradicados la pobreza y el subdesarrollo.
“El liderazgo político, social y económico tiene ante sí la oportunidad de ser referente histórico. Ojalá tenga capacidad de verlo, gallardía de asumirlo, entereza de soportar sinsabores y tensiones que su discusión ocasionaría y que marque el punto de inflexión, para que la República Dominicana pase a ser parte del concierto de naciones desarrolladas”.
